Minya - Un video filmado en una iglesia egipcia y difundido en las redes sociales muestra a niños que reproducen las escenas de la masacre de 20 cristianos coptos egipcios asesinados junto con un ghanés en una playa de Libia por los yihadistas afiliados al Estado Islámico, en 2015. En la representación aparecen niños vestidos con monos naranjas, similares a los que los yihadistas hicieron vestir a las víctimas antes de realizar y filmar sus sangrientas ejecuciones.
Los niños caminan con las manos atadas a la espalda, flanqueados por dos adultos vestidos de negro, que representan a los torturadores de Daesh que llevaron a cabo la masacre de los coptos. En la obra también se “imitan” las decapitaciones de las víctimas. Finalmente, los niños reaparecen con una túnica blanca, equipados con pequeñas alas y reciben una corona de manos de un sacerdote, símbolo de la victoria prometida a los que reciben el martirio en el nombre de Cristo.
El video está provocando discusiones e incluso polémica en las redes sociales. Muchos comentaristas lo valoran como una herramienta útil para contar también a los niños la historia de los Mártires de Libia, mostrando cómo incluso en ese caso el sufrimiento infligido por los verdugos no fue la última palabra sobre sus vidas, acogidas en la gloria del cielo. Otros comentarios subrayan que la puesta en escena filmada se caracteriza en todo caso por un cierto pesimismo, y puede obtener, más allá de las intenciones, el resultado de asociar el martirio con sentimientos de miedo y dolor.
En un comunicado difundido por los medios de comunicación, Anba Makarios, obispo metropolitano copto ortodoxo de Minya y Abu Qurqas, han desmentido que el video fuese realizado por una iglesia de su diócesis, y agrega que las escenas representadas no parecen apropiadas para la edad de los niños elegidos como “Actores”, ni al lugar de culto donde tuvo lugar la representación filmada.
Los 20 coptos egipcios y su compañero de trabajo de Ghana fueron secuestrados en Libia a principios de enero de 2015. El video de su decapitación fue publicado en línea por sitios yihadistas el 15 de febrero siguiente. Apenas una semana después de la noticia de la masacre, el patriarca copto ortodoxo Tawadros II decidió registrar a los 21 mártires decapitados por afiliados al autodenominado Estado Islámico en el Synaxarium, el libro de los mártires de la Iglesia copta, estableciendo que se celebre su memoria el mismo 15 de febrero. “El video que retrata su ejecución - dijo a la Agencia Fides Anba Antonios Aziz Mina, obispo copto católico emérito de Guizeh después de la masacre de los 21 mártires - fue construido como una escalofriante puesta en escena cinematográfica, con la intención de sembrar el terror. Sin embargo, en ese producto diabólico de la ficción y el horror sangriento, vemos que algunos de los mártires, en el momento de su bárbara ejecución, repiten 'Señor Jesucristo'. El nombre de Jesús fue la última palabra que salió a sus labios. Como en la pasión de los primeros mártires, se encomendaron a Aquel que los acogería poco después. Y así celebraron su victoria, la victoria que ningún verdugo puede arrebatarles. Ese nombre susurrado en el último momento fue como el sello de su martirio”.
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