Ciudad del Vaticano - En tiempos de la pandemia de Covid-19, la Iglesia en India ha llegado y ayudado a varios millones de personas, especialmente a los más pobres y en condiciones vulnerables. Los cristianos indios, han respondido con generosidad y compromiso a la emergencia, a pesar de su consistencia numérica, el 2,5% de una población de 1.298.041.000 habitantes. Como en el resto del mundo, el bloqueo impuesto para contener la propagación del virus ha provocado la pérdida de puestos de trabajo y de los medios mínimos de subsistencia para un gran número de trabajadores, migrantes y pobres, que son los que más han sufrido. Miles de migrantes se han encontrado de repente varados en las diferentes zonas del país donde se encontraban, sin comida ni refugio. Las parroquias y comunidades religiosas se han movilizado para recolectar donaciones y fondos que se distribuirán a través de comidas diarias y bienes de primera necesidad, a miles de personas, familias enteras, ancianos, pobres, enfermos, tribales, migrantes, niños de la calle, personas sin hogar y personas vulnerables.
El largo período de la pandemia ha comportado un trabajo extraordinario para las iglesias locales indias y la gestión de una situación impredecible. La generosidad y el compromiso de las comunidades católicas se ha manifestado a todos, sin discriminación, pero también ha llevado al agotamiento de los escasos recursos económicos de que disponían para realizar las actividades ordinarias de evangelización, asistencia, promoción humana. A través del Fondo de Emergencia establecido por el Papa Francisco en las Obras Misionales Pontificias para dar respuesta a las necesidades determinadas por la emergencia Covid-19 en las Iglesias de los territorios de misión , ha sido posible ayudar a las diócesis y parroquias que están atravesando un periodo de necesidad particular.
La última ayuda del Fondo de Emergencia de las OMP se ha enviado a varios distritos eclesiásticos de la India: a la diócesis de Daltonganj para ayudar con la compra y distribución de kits para niños y los gastos de funcionamiento de 23 parroquias; a la diócesis de Khunti para actividades de formación, encuentros y seminarios; a la diócesis de Jalpaiguri para formación en línea; a la diócesis de Baruipur para apoyar a las familias más necesitadas y vulnerables; a la arquidiócesis de Patna y la diócesis de Kohima para abordar las diferentes necesidades a las que se enfrentan después de la pandemia; a la diócesis de Purnea para sostener las actividades educativas; a la diócesis de Aizawl para la formación profesional de jóvenes tribales.
América Latina también ha sufrido los efectos de la pandemia y las Iglesias locales se encuentran sin recursos, después de intentar aliviar el sufrimiento de tantas personas durante un período tan largo. Lamentablemente, incluso antes de la propagación del Covid-19, la precariedad era algo habitual en muchos países, así como la falta de instalaciones sanitarias y de acogida, por lo que los efectos de las medidas cautelares adoptadas han agravado aún más la situación. En Panamá, el Fondo de Emergencia de las OMP ha enviado ayudas a la Diócesis de Colon-Kuna Yala y a la Prelatura Territorial de Bocas del Toro para contribuir a sus necesidades a raíz de los efectos de Covid. También en Honduras se vive la misma dramática situación. Las ayudas enviadas a la diócesis de La Ceiba servirán para apoyar a las parroquias, ahora carentes de recursos, así como a los sacerdotes, y la formación de religiosos y laicos. Los subsidios enviados por el Fondo OMP a la Diócesis de Trujillo se utilizarán para apoyar a 1000 familias en 4 comunidades.
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