Kinshasa – “Nos entristece profundamente constatar que los actores políticos muestran una indiferencia total mientras el país está al borde de la bancarrota”, han declarado los obispos de la República Democrática del Congo en un mensaje enviado a la Agencia Fides en el que denuncian “la parálisis del país por la crisis política y sus consecuencias. La parálisis de la coalición afecta y contagia a todos los sectores de la vida nacional”.
“En un momento en que el pueblo congoleño languidece en una miseria indescriptible agravada por el COVID-19, los partidos de la coalición gobernante están dedicando sus energías a los cálculos de posicionamiento en relación con las elecciones de 2023 para mantener o recuperar el poder” afirman los Obispos en su mensaje publicado al final de su Asamblea Plenaria.
Para agravar la situación también están “las heridas del tribalismo y los conflictos comunitarios, muchas veces fomentados y exacerbados por los mismos actores políticos, que sacrifican habilidades y meritocracia en la gestión de los asuntos públicos en beneficio de intereses partidistas”.
La parálisis política, a la que se suma la de la Corte Constitucional, sin el quórum necesario para deliberar, agrava la fuerte crisis económica con “una drástica disminución del poder adquisitivo de la población, y por tanto un aumento de la pobreza y el desempleo. El sector minero sobre el que podría contar el país está, como muchos otros, plagado de corrupción y beneficia a pocos individuos, multinacionales y “grupos criminales militarizados” en lugar de a la población.
“La situación de seguridad sigue siendo terrible, especialmente en la parte oriental del país, particularmente en las provincias de Ituri, Kivu del Norte y del Sur y Tanganica. Notamos la estrategia de despoblación a través de masacres de poblaciones locales, ocupación de tierras y control de los recursos naturales”, dicen los obispos que denuncian y condenan enérgicamente “las amenazas de muerte a nuestros hermanos en el episcopado, Mons. Dieudonné Uringi, obispo de Bunia y Sébastien Muyengo, obispo de Uvira”. Ambos han denunciado en los últimos meses la “balcanización” de la República Democrática del Congo por parte de fuerzas extranjeras que, según ellos, están alimentando conflictos tribales y rebeliones para apoderarse de partes de la tierra congoleña y explotar sus riquezas.
Para salir de esta situación, los obispos exhortan a la población a “abandonar el letargo y permanecer vigilantes en el respeto de la Constitución”. “debemos ejercer efectivamente nuestro derecho al voto y actuar para prevenir cualquier intento de confiscar nuestro derecho a elegir a nuestros líderes y gobernar el destino de nuestro país”.
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