Copiapó - Esta vez, 42 ciudadanos bolivianos pudieron regresar a su país la noche del martes 16 de junio. El viaje fue posible gracias al esfuerzo del Obispado de Copiapó y a dos semanas de intenso trabajo junto con el gobierno regional, el departamento de inmigración, la policía y los propios viajeros organizados.
El grupo se despidió de Atacama después de las 8 de la noche, en el frío severo del martes por la noche, subiendo al autobús que estaba a las puertas de la Catedral de Copiapó, desde donde los escoltaron los Carabineros hasta que llegaron a su destino, el campamento de Tata Santiago, en Pisiga, Bolivia, después de un viaje de aproximadamente 16 horas. Este campamento está ubicado en la frontera, frente a Colchane, donde permanecerán los días necesarios para la cuarentena y finalmente podrán regresar a su ciudad natal.
Una vez en el autobús, los pasajeros recibieron un saludo especial y una bendición del P. Guido Castagna, delegado de Pastoral Care, y del Administrador de la diócesis, el P. Jaime Pizarro. Según la nota enviada a Fides, este es el segundo grupo de ciudadanos bolivianos que pudo regresar a su país durante esta crítica situación de la pandemia de Covid. El primero, compuesto por 77 personas, se había ido a fines de mayo. Actualmente se está considerando la posibilidad de organizar un tercer grupo para las próximas semanas.
La situación migratoria en América del Sur siempre ha sido delicada y difícil, agravada en este caso por el cierre de las fronteras ante la emergencia sanitaria. La principal motivación para que las personas regresen es la falta de trabajo y otros recursos para vivir en un país extranjero, de personas que ya son pobres.
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