Santa Cruz – El Arzobispo de Santa Cruz, Mons. Sergio Gualberti, y el Arzobispo de Cochabamba, Oscar Omar Aparicio, junto con sus Auxiliares, han invitado a establecer un diálogo sincero entre los protagonistas políticos, civiles y ciudadanos, como el único camino hacia la paz auténtica. Para hacer esto, los intereses sectoriales deben dejarse de lado. El arzobispo de Santa Cruz, que había regresado recientemente del Sínodo de los obispos celebrado en Roma, lo dijo ayer por la noche en una reunión con la prensa.
Monseñor Sergio Gualberti, según la información enviada a Fides, expresó preocupación e incertidumbre sobre las consecuencias impredecibles que la crisis política puede traer a Bolivia. En estos días en que continúa la huelga general, tres personas han muerto, dos en Montero y la tercera en Cochabamba, además de numerosos heridos en enfrentamientos entre partidarios del MAS y la población que protesta.
"Mi solidaridad con las víctimas y la cercanía fraterna con sus familiares", dijo. Mons. Gualberti, quien pidió a las autoridades que escuchen el grito de las personas que vienen de todos los rincones del país y que reconozcan el gran sacrificio de las personas que están en huelga, especialmente aquellos que creen en la democracia.
La Comunicación del resultado electoral por parte del Tribunal Supremo Electoral , con la victoria del presidente saliente Morales , seguido de días de fuertes protestas y violentos enfrentamientos que ya causaron 3 muertes. Según información de las agencias, en La Paz esta noche hubo nuevos enfrentamientos que dejaron muchos heridos, tanto manifestantes como policías.
La Organización de las Naciones Unidas en Bolivia ha publicado una nota que "condena enérgicamente la muerte de una tercera víctima de intolerancia y violencia que continúa en el país, así como de las más de 300 personas heridas hasta ahora, según datos de la Oficina de Defensor del Pueblo ", subrayando que" nada justifica el enfrentamiento entre bolivianos y la muerte de ciudadanos, es absolutamente inconcebible ".
La representación de las Naciones Unidas "expresa profunda consternación e indignación por los altos niveles de violencia registrados", continúa la nota, y "recuerda a las autoridades competentes que es su deber garantizar el respeto, la protección y la garantía de los derechos humanos de todos los bolivianos en todo momento", y "los insta a actuar preventivamente ante cualquier acto de violencia ". La representación de la ONU en Bolivia hace un llamado a todos los actores políticos "para reducir inmediatamente las tensiones políticas y condenar totalmente cualquier manifestación violenta que pueda poner en peligro la integridad y la vida de las personas". Finalmente, "reafirma el rechazo absoluto de cualquier forma de violencia y lanza un llamado al diálogo como la única forma de evitar más muertes y recuperar la paz".
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