En el video enviado, Mons. Aurelio Pesoa Ribera, O.F.M., Obispo Auxiliar de La Paz y Secretario General del CEB leyó la declaración durante una conferencia de prensa, a la que también asistieron Mons. Eugenio Scarpellini, Obispo de El Alto y Director Nacional de POM Bolivia.
"El diálogo es la forma apropiada de superar las diferencias entre los bolivianos, por lo que invitamos a todos a responder a esta invitación. Celebrar nuevas elecciones, transparentes y confiables, es la mejor manera de superar las diferencias de manera democrática y pacífica. Pedimos a los medios de comunicación y a los líderes de los medios de comunicación para reducir el tono de las declaraciones públicas para facilitar el diálogo y la comprensión entre todos ", se lee en el texto enviado a Fides. El comunicado concluye: "Dios bendiga y ayude a todos, especialmente a los líderes políticos y sociales, a cumplir con sus responsabilidades personales e históricas para la pacificación del país".
Bolivia ha experimentado momentos de amarga violencia durante los enfrentamientos de grupos a favor del ex presidente Morales, ahora en el extranjero, y grupos de oposición. Paralelamente a las propuestas políticas, se ha desarrollado una confrontación popular sobre símbolos religiosos. Fides propone el editorial de Infodecom, que explica que "No es una guerra entre Dios y la Pachamama". "Aunque la prensa internacional ha escrito frases como 'La Biblia regresa al Palacio de Gobierno' o 'Dios ha expulsado a la Pachamama del Palacio', creemos que la Palabra de Dios no puede usarse como un signo de supremacía racial o como propiedad de un partido político. La presencia de estos signos sagrados, como la cruz o el rosario, debe ser gradual y en ningún caso verse como un trofeo ", escribe Infodecom en el editorial enviado a Fides.
"No caemos en la trampa de un sector político, social o cultural, apropiándonos de signos y símbolos que pertenecen a todos y que representan sobre todo la verdad, el camino y la paz, que es lo opuesto a la violencia de estos días", continúa el editorial . "Hemos notado que los bolivianos asesinados en estos días, sean de las fuerzas del orden público, jóvenes, cocaleros o sindicalistas, fueron enterrados bajo una cruz, con la oración del Padre Nuestro y, en el mejor de los casos, con la celebración litúrgica de un sacerdote?
"No se trata de volver a la época en que gobernamos con la cruz y la espada, porque fue un error histórico cuyas consecuencias todavía está pagando la imagen de la Iglesia. Creemos que el papel de la religión puede ser muy útil en este dramático momento, la religión no se quedará sola en las sacristías como a muchos les gustaría ... Debemos comenzar una escuela de reconciliación ", concluye el texto.
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