Bangkok - “Los católicos tailandeses tienen un profundo sentido religioso, viven la fe muy intensamente, asisten a los sacramentos asiduamente, a veces viajan más de 50 kilómetros para ir a misa. Sin embargo, aquí en Indochina, a veces lo sagrado puede convertirse en ritual debido a las influencias del mundo chino e indio. La visita del Papa hoy es un llamamiento y un estímulo a los fieles para que encarnen la Palabra de Dios en la vida, sin reducir la fe solo al culto: ser 'discípulos misioneros' significa pasar del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio.
Así lo dice a la Agencia Fides, con motivo del viaje del Papa Francisco a Tailandia, el p. Claudio Bertuccio, de 54 años, misionero italiano de los Oblatos de María Inmaculada, que lleva 26 años de misión en Tailandia donde actualmente es Superior de la delegación de los Oblatos para Tailandia y Laos.
El padre Bertuccio nos comenta la labor misionera que los Oblatos llevan a cabo en Tailandia, en las parroquias pero también junto a las poblaciones indígenas como los hmong: “Ayudamos a construir la comunidad eclesial, promoviendo el sentido de pertenencia de los diferentes grupos a la Iglesia, en una sociedad caracterizada por una cultura individualista, vinculada a la espiritualidad budista que enfatiza la dimensión interior de la persona. Nuestra presencia consiste en vivir con la gente, conocer a las familias, crear relaciones humanas solidarias”. La misión en esa tierra donde los católicos son una pequeña minoría, en un contexto al 95% budista, explica el Padre Bertuccio "consiste en dar testimonio evangélico con el apostolado de la caridad, ofreciendo atención a las personas necesitadas y vulnerables, dejando llegar a cada persona, especialmente si es pobre y sufriente, el amor de Cristo. De esta manera, se muestra la propia fe con el anuncio cristiano, que pasa por las obras de misericordia ”.
El padre Bertuccio recuerda que “ir de misión significa responder a la vocación de salir, de anunciar el Evangelio ad gentes. Pero también a la de 'estar', para entrar realmente en la cultura y la mentalidad de un pueblo, aprender su idioma, compartir alegrías y penas, construir relaciones humanas auténticas y vivir las obras evangélicas de la misericordia con sencillez. Sabiendo con claridad que somos servidores inútiles ”.
La visita del Papa a estas tierras thai, con motivo de las celebraciones por los 350 años de institución del Vicariato del Siam, concluye “recuerda a la nación que la Iglesia católica está presente desde más de tras siglos y representa un impulso para el compromiso de todos los bautizados. Los fieles thai – explica – no se sienten involucrados en la misión de la Iglesia y a frecuentemente se limitan a asistir a las celebraciones litúrgicas. En este marco, el viaje apostólico del Papa deja una fuerte huella misionera, tocando el tema de la evangelización".
Con más de mil escuelas católicas, de todo tipo y nivel, y 500 mil estudiantes, la mayoría no cristianos, "el compromiso de la Iglesia en el ámbito de la educación y formación surgió precisamente con un objetivo evangelizador, para entrar en contacto con el contexto socio-cultural y poder dar a conocer a Jesucristo. Este es otro de los aspectos que la comunidad católica thai deve volver a descubrir”, concluye.
Publicar un comentario