Kinshasa - La libertad de expresión en el continente africano es un gran desafío tanto en el ámbito político como en el religioso. “Hablar libremente está lejos de ser una realidad”, señala a la Agencia Fides el padre Donald Zagore, de la Sociedad de Misiones Africanas.
“Este es uno de los principales desafíos que a menudo socava gravemente la misión misma de la Iglesia en África”, declaró en los días pasados el cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshasa. “Es bueno que esta declaración provenga de un cardenal africano”, continúa el padre Zagore. “Nuestros líderes religiosos en África están llamados a fortalecer la naturaleza profética de la misión de la Iglesia. Si hay diplomacia, debe ser necesariamente profética”.
El misionero de la SMA argumenta: “Es necesario comenzar desde los seminarios para formar, no solo a buenos administradores de parroquias y diócesis, sino sobre todo a profetas. Hoy, una de las grandes necesidades del pueblo africano, a menudo silenciado por todo tipo de violencia, es ser guiado por profetas que llevan la esperanza con su voz. Si la Iglesia en África no se esfuerza por reavivar la llama profética de su misión, desaparecerá. Sin embargo, incluso si no todo es perfecto para la Iglesia, -señala Zagore-, hoy podemos inaugurar una nueva era, en la comprensión misma de la identidad profética y la misión de la Iglesia en África”.
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