Ouagadougou - “Vuestro Congreso es una misericordia divina para nuestro tiempo”, ha dicho Siméon Sawadogo, Ministro de Administración Territorial, Descentralización y Cohesión Social de Burkina Faso, quien representa al Jefe de Estado en el 4º Congreso de África y Madagascar sobre la Divina Misericordia que se está celebrando en en Uagadugú . Las palabras del Ministro reflejan la grave situación en la que vive Burkina Faso, debido a la acción de los grupos yihadistas que desestabilizan gran parte del país. Ayer, las autoridades anunciaron la muerte de unos 18 yihadistas, durante un ataque a un comando de policía en el norte del país.
La presencia de 900 delegados en el Congreso de la Divina Misericordia, es visto como un testimonio de la cercanía de la Iglesia universal a Burkina Faso en este momento tan difícil. Los delegados provienen de Benin, Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Congo-Brazzaville, Costa de Marfil, Gabón, Kenia, Madagascar, Níger, Nigeria, Uganda, Ruanda, Tanzania, Togo, Bélgica, Italia, Vaticano y Polonia.
El Papa Francisco ha designado como su representante en el Congreso a Su Eminencia el Cardenal Dieudonné Nzapalainga, Arzobispo de Bangui, capital de la República Centroafricana. “La Divina Misericordia se refiere al amor, a la paz”, ha dicho el Cardenal, agregando que “somos prisioneros del mal y la Palabra de Dios dice que donde abunda el pecado, abunda la gracia. Por eso decimos que el mal, la muerte o la violencia, no tienen la última pañabra. La última palabra pertenece al amor, a la vida, a la reconciliación y al perdón”.
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