Catholic Relief Services y sus otras organizaciones humanitarias se han movilizado, pero se necesita más apoyo ya que “muchas personas necesitan un apoyo importante, pero hay que decir que las actividades de prevención preparadas por el gobierno han dado sus frutos. La mayoría de las personas han podido resguardarse en refugios preparados para la evacuación y están fuera de peligro”, explica Chakraborty.
La tormenta ha dañado miles de hogares y casi 500.000 hectáreas de cultivos. Más de 2 millones de personas se han visto obligadas a buscar refugio. “Los afectados necesitan alimentos, higiene, asistencia médica…”, dice Chakraborty. “Estamos preocupados porque los refugios contra ciclones son suficientes solo para estadías muy cortas. La gente come bocadillos y pan porque los refugios no tienen instalaciones para cocinar alimentos”, explica.
“Las familias estarán en refugios al menos otros dos días y después deberían regresar a sus hogares, pero están destruidos. No tendrán medios de subsistencia inmediatos. Cáritas Bangladesh ha proporcionado suficiente agua hasta la fecha, pero empezará a escasear en los próximos días”, añade.
En la colaboración de Cáritas Bangladesh, CRS ayudó en las operaciones de evacuación. Entre los 300 refugios operativos, 40 son administrados y atendidos por Cáritas Bangladesh. CRS está haciendo todo lo posible, especialmente en áreas de difícil acceso, tierra adentro. “En este momento, nos estamos concentrando en los distritos de Sathkhira y Khulna, donde continúan las fuertes lluvias y los fuertes vientos”.
“Según los primeros informes, en Khulna se registran pérdidas significativas en la agricultura y graves daños en los hogares. Las tormentas han devastado áreas remotas de Sathkhira”. El gerente de CRS concluye: “El gobierno y los voluntarios han hecho un buen trabajo. Pero ahora que están a salvo, tenemos que hacer un esfuerzo adicional para apoyar a las víctimas”.
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