Kuala Lumpur – “La Santa Sede y Malasia pueden trabajar juntas para una coexistencia pacífica": lo ha declarado el Ministro de Relaciones Exteriores de Malasia, Datuk Saifuddin Abdullah, saludando al Arzobispo Joseph Salvador Marino, Nuncio Apostólico transferido a Roma como Presidente de la Academia Eclesiástica Pontificia, ente que forma a los futuros diplomáticos del Vaticano. El arzobispo Marino ha siod el primer nuncio apostólico en Malasia, donde ha pasado un mandato de siete años. Según la información de Fides, el ministro Abdullah ha afirmado que Malasia y la Santa Sede podrían organizar mesas redondas y seminarios sobre diálogo interreligioso en el futuro. Esta relación, ha explicado, “no limita la discusión a las relaciones entre gobierno y gobierno, sino que también involucra a la sociedad civil y a los grupos religiosos. Este es el tipo de unión que debemos apoyar y promover”, ha continuado diciendo. La coexistencia pacífica y las relaciones armoniosas entre las diferentes comunidades de la sociedad malaya están presentes en la constitución, ha recordado el ministro, “pero algunas personas lo malinterpretan”. Saifuddin ha señalado que los fundamentos de la Constitución son sólidos y que la Carta constitucional ofrece al pueblo de Malasia “un espacio suficiente para vivir y trabajar juntos".
El arzobispo Marino, dando las gracias a las autoridades de Malasia, ha confirmado que la Santa Sede continuará colaborando con el país en áreas de interés mutuo. El pueblo de Malasia, espera el arzobispo "debería preservar y proteger la coexistencia pacífica" en un contexto donde "todas las religiones tienen derecho de culto". El arzobispo Marino ha declarado que "recordará la diversidad de Malasia, que en sí misma representa una gran riqueza, única para esta nación", extendiendo a todos la esperanza del Papa Francisco que “ha invitado a los cristianos a no transformar la religión en ideología" y a promover la "cultura del encuentro".
Malasia es un país multiétnico, multicultural y multirreligioso. La población está compuesta por casi 32 millones de personas, más del 60% del grupo étnico malayo. Los católicos representan el 4% de la población.
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