Valdivia - Monseñor Nelson R. Huaiquimil, Vicario General de la diócesis chilena de Valdivia, expresó su pesar por la profanación y los daños causados a la iglesia de San Francisco, patrimonio del sur de Chile y de Valdivia. “Estamos profundamente entristecidos por la destrucción que ha sufrido el templo de San Francisco de Valdivia, sabemos que lo más importante en cada situación es siempre la gente, y allí viven cinco hermanos Dehonianos, personas consagradas al servicio de la comunidad. Están bien, pero llenos de impotencia y de dolor. Nos duele que el templo y el Santísimo Sacramento hayan sido profanas, las imágenes sagradas destruidas así como los muebles. Se trata de un patrimonio de todos los Valdivianos que ha sido destrozado”.
Las manifestaciones violentas y descontroladas que sufre Chile ahora también se han cebado con los lugares de culto . Los obispos expresaron su pesar “por el ataque a las iglesias y los lugares de oración sin respetar a Dios y a los que creen en Él”, recordando que “las iglesias y otros lugares de culto son sagrados” .
El Vicario general de Valdivia comparte la búsqueda legítima de justicia y paz emprendida por tantos chilenos en todo el país, “hay hermosas manifestaciones que deben llenarnos de esperanza”, sin embargo, es doloroso ver que hay muertos y heridos y muchas personas que han sufrido destrucción y daños a causa de la violencia. Finalmente, invita a todos “a unirse en la oración y en la búsqueda del bien, a rezar por todos aquellos que han sufrido violencia y por los que la causan”, para mirarlos “no como enemigos, sino como aquellos que pueden construir la familia humana que todos esperamos”.
En la noche del lunes 12 de noviembre, un grupo de violentos irrumpió en el Santuario María Auxiliadora de Talca, destruyendo las imágenes sagradas, dañando los escritorios y profanando el tabernáculo. El martes 12 de noviembre, el Administrador Apostólico de la diócesis, monseñor Galo Fernández, presidió la Misa en reparación concelebrada por sacerdotes salesianos y otros sacerdotes de la diócesis.
El padre Pedro Pablo Cuello, director de los salesianos en Talca, informó antes de la misa que los daños aún no se habían cuantificado. “El mensaje que quiero transmitir a todos los habitantes de Talca, a los jóvenes, a los adultos y a los niños es que debemos trabajar por la paz, no debemos descansar para lograrlo, es el trabajo de todos”, añadió.
En la homilía, el obispo dijo que “no es la pérdida material, ni la destrucción en sí misma de las imágenes que representan al Señor o a los santos lo que nos han herido. Nos hace daño ser testigos de la violencia que sufre nuestra patria, del desacuerdo entre los chilenos”. “No permitamos que el odio, que la ira de la que hemos sido víctimas encienda también el odio o la ira en nosotros. Sería un gran error. Esto no construye, destruye, y no solo los bienes materiales, sino lo más preciado, la convivencia de hermanos”, concluyó.
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