Lo Canas - Al concluir la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile , los obispos publicaron un mensaje dirigido “a los fieles y a las comunidades de la Iglesia Católica en Chile” titulado “Ven Señor Jesús” , en el que expresan su esperanza ante los acuerdos alcanzados sobre una nueva Constitución, invitan a todos a participar en el debate e indican un día de oración por Chile el 8 de diciembre.
“Apreciamos el paso dado por el gobierno y los sectores políticos en un acuerdo para avanzar hacia una nueva Constitución. Es un gesto generoso que nos da esperanza. Esperamos que el nuevo pacto social se consolide de tal manera que abra caminos que realmente nos ayuden a superar las diferencias entre hermanos”, indica la nota final.
Recordando las protestas y el descontento popular manifestado en el último mes ante las desigualdades y abusos sobre asuntos de calado como la sanidad, el medio ambiente, los salarios, las pensiones, los servicios básicos y la deuda excesiva, los obispos señalan que “ha habido autoridades, líderes, empresarios y líderes políticos y sociales que no han cumplido con el servicio y las responsabilidades ... Nosotros también, en la Iglesia, hemos decepcionado a muchos chilenos, siendo causa de escándalo y dolor”.
El comunicado hace referencia a los recientes pronunciamientos de la Conferencia Episcopal sobre la situación del país, reconoce como justas las exigencias y condena la violencia. Reitera además el dolor por los muertos, los heridos y la destrucción de bienes materiales, incluidos los lugares de culto. “Estamos seriamente preocupados por el sentimiento de incertidumbre y miedo, la angustia de muchas personas por no saber lo que sucederá mañana”. Agradecen a las comunidades, sacerdotes, religiosos y laicos su compromiso de acompañar “a nuestra gente en estos tiempos difíciles ofreciendo apoyo a quienes más sufren hoy”, esperando que “nuestra Iglesia continúe siendo un puente de unidad y paz, una casa de protección y una mesa común en tiempos de dolor”.
Animan a “confiar en el Señor que viene” y a “poner esperanza en el tiempo de Adviento”. Los obispos piden la intensificación de “cuatro expresiones de nuestra fe a nivel nacional, como parte de nuestra respuesta a la situación en el país”. La primera es “la oración incansable por la paz y la justicia fundada en la verdad y la caridad”, con una invitación a vivir en todo el país un gran día de oración por Chile el 8 de diciembre, el día de la Inmaculada Concepción, “en el que consagraremos el país a la protección maternal de la Virgen María en todas nuestras celebraciones eucarísticas”. También invitan a rezar por nuestro pueblo y a “hacer penitencia por nuestros pecados personales y sociales que han contribuido a la injusticia y la violencia”.
Por lo tanto, invitan a participar a la sociedad civil “en el proceso de una nueva Constitución y por un nuevo pacto social, en un clima de respeto y amistad civil”. Todos están llamados a “servir, anunciar y denunciar al estilo de Jesús”, ofreciendo consuelo y solidaridad a los más pobres y vulnerables. Finalmente, el cuarto compromiso: “La continuidad de nuestro proceso de discernimiento para la renovación eclesial, abriendo nuestros corazones a los signos de los tiempos que nos desafían fuertemente, para descubrir lo que Dios quiere para Chile y para la Iglesia al servicio de todos”.
El mensaje concluye reiterando que “solo la justicia nos lleva a la paz” y piden al Señor que bendiga al país y a todos sus habitantes, convirtiéndolos en instrumentos de su paz y su amor, para “construir una gran nación de hermanos, donde todos tengan pan, respeto y alegría”.
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