"Sin embargo, aquí todos hablan de la emergencia del coronavirus - comenta la religiosa -. El Covid -19 ha cambiado los programas de la Infancia Misionera de nuestra Arquidiócesis de Blantyre. El 29 y 30 de marzo estaba programada una reunión de todos los niños en la parroquia de Phalombe, junto con nuestro Arzobispo, Mons. Thomas Luke Msusa, para visitar a los enfermos del hospital diocesano 'Holy Family' y llevar regalos, especialmente a los niños. Esta iniciativa ha tenido que ser cancelada con gran pesar de los niños que ya esperaban la alegría de un viaje y su servicio caritativo junto con el Arzobispo, quien siempre está presente en sus reuniones".
"Desde el 20 de marzo, el gobierno ha dado la orden de cerrar todas las escuelas, universidades y colegios” continúa la hna. Anna, que trabaja en Malawi desde hace 17 años con la comunidad F.A.L.M.I. “Los malauíes que regresan de otros países van directamente en cuarentena y está prohibida la entrada a no residentes".
La religiosa continúa: “En cuanto a la vida normal, las únicas diferencias son que en la puerta de todas las tiendas, oficinas, bancos, iglesias hay bidones con un grifo y jabón para lavarse las manos. Todavía podemos reunirnos en las parroquias, pero en grupos de menos de 100 personas. Mientras que, para alentar la participación de los fieles en las Santas Misas, sin aumentar el número todos saben a qué hora tiene que ir a misa".
La hermana Anna también explica que en las cárceles han prohibido la entrada a grupos, pero los familiares de los detenidos van a llevarles comida y saludarlos, respetando las normas como lavarse las manos y la distancia. El gobierno también está procediendo a la liberación de varios detenidos. De la prisión de Chichiri, la tercera del país, ayer 1 de abril, deberían haber sido liberados 200. Oramos por todos y confiamos en que esta pandemia termine pronto y nos de la alegría de reanudar la vida normal con una mente y corazón nuevos", concluye la misionera.
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