Como explica la declaración de la Congregación para las Iglesias Orientales, "la situación actual de pandemia de Covid-19 involucra a muchas naciones y en muchas de ellas existen medidas preventivas que impiden la celebración comunitaria normal de los ritos de la Semana Santa. Las comunidades cristianas en Tierra Santa, que también están expuestas al riesgo de contagio y viven en contextos que a menudo son de por sí muy difíciles, pueden beneficiarse cada año de la generosa solidaridad de los fieles de todo el mundo, para poder continuar su presencia evangélica, además de mantener las escuelas y estructuras de asistencia abiertas a todos los ciudadanos para la educación humana, la convivencia pacífica y la atención sobre todo para los más jóvenes y los más pobres”. Por todo ello, el Santo Padre Francisco ha aprobado la propuesta de que la Colecta de Tierra Santa se celebre cerca de la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. En Oriente como en Occidente, la celebración que conmemora el descubrimiento de la Reliquia de la Cruz por Santa Elena y, de hecho, el comienzo del culto público en Jerusalén con la construcción de la Basílica del Santo Sepulcro, será un signo de esperanza y salvación después de la Pasión con la que muchos pueblos están ahora asociados, así como la solidaridad con aquellos que continúan viviendo el Evangelio de Jesús en la Tierra donde "todo comenzó”.
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