ASIA/BAHRAIN - Adiós al obispo Camillo Ballin, misionero en tierras del Islam

Roma - «Ha fallecido en Roma el amado obispo del Bahrain Camillo Ballin». Así han dado la noticia los medios de comunicación del país de la muerte del comboniano Camillo Ballin, primer Vicario apostólico de Arabia del Norte, por un tumor a casi 76 años el 12 domingo 12 de abril en un hospital de la Ciudad Eterna donde era tratado.
Camillo Ballin dedicó su vida de misionero y luego de obispo al servicio de las comunidades cristianas presentes en los países árabes de mayoría musulmana.
El obispo nació en Fontaniva, provincia de Padua el 24 de junio de 1944. Ingresó primero al seminario en Vicenza y luego, en 1963, pasó al noviciado del Instituto Religioso de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús fundado por San Daniele Comboni, donde hizo su profesión perpetua el 9 de septiembre de 1968. Fue ordenado sacerdote el 30 de marzo de 1969. Al año siguiente fue enviado a Líbano y Siria para estudiar árabe y entre 1971 y 1977 sirvió en El Cairo, Egipto.
Del 1977 al 1980 se transfirió al Líbano y luego a Roma por motivos de estudio, consiguiendo la licenciatura de liturgia oriental en el Pontificio Instituto Oriental. Del 1981 al 1990 fue profesor en el Instituto de Teología de El Cairo y también Superior Provincial de los Combonianos en Egipto. Vivió en Sudán entre 1990 y 1997, donde inauguró un instituto para la formación de profesores de religión en escuelas. Entre 1997 y el año 2000 hizo su doctorado en Roma sobre la historia de la Iglesia en Sudán, con especialidad en el periodo conocido como “Mahdiyyah” , época en la que la práctica de las religiones, excepto el islam, estaba severamente prohibida. Su investigación se centró en cómo los cristianos y los judíos habían custodiado su fe y la continuidad de sus comunidades durante esa fase de la historia de Sudán.
Desde el año 2000, el padre Camillo Ballin había dirigido el "Dar Comboni for Arabic Studies” en El Cairo, un instituto dedicado a la formación de trabajadores pastorales que viven en países árabes. El 14 de julio de 2005 fue designado como Vicario Apostólico de Kuwait, por el Papa Benedicto XVI, con el título episcopal de la sede de Arna. El 2 de septiembre de 2005, en la catedral de Kuwait City dedicada a la Sagrad Familia, Ballin fue consagrado como obispo por el Cardenal Crescenzio Sepe, en aquel entonces Prefecto de la Congregación de Propaganda Fide. El 31 de mayo de 2011 fue nombrado primer Vicario Apostólico de Arabia Septentrional, por Benedicto XVI, encomendándole las comunidades católicas de Bahrein, Kuwait, Qatar y Arabia Saudita.
En los últimos quince años, el obispo Ballin había servido con realismo apostólico y perspicacia a las numerosas comunidades de católicos bautizados - dos millones y medio de fieles, de los cuales un millón y medio en Arabia Saudita, sin iglesias -, que llegaron a su Vicariato Apostólico siguiendo los flujos de inmigración debido al trabajo y desde docenas de países diferentes, comenzando por India y Filipinas. Un cristianismo multilingüe y multicolor, crecido de forma espontánea, no "organizada", sin la contribución de ninguna estrategia misionera de evangelización, nacido de intereses vitales y concretos que empujaron y empujaron a millones de personas a abandonar sus países de origen para buscar un salario decente. El efecto, inesperado y no buscado, es que en la Península Arábiga nunca ha habido tantos cristianos como ahora .
El veneciano Ballin había recibido el pasaporte de Bahrein para poder viajar libremente en todos los territorios del Vicariato. Cuando se sintió enfermo, hace más de un mes, estaba en Arabia Saudita, y desde allí lo llevaron a Roma.
En sus distintas intervenciones públicas, también en respuesta a quienes trataban de enfatizar las divisiones entre cristianos y musulmanes, el Obispo Ballin reconocía que en los países comprendidos en su Vicariato «no hay persecución en curso» y explicaba que nunca buscó convertir musulmanes al cristianismo, y que lo fundamental para los fieles en su misión apostólica «es imitar a Jesús». La intensidad de la mirada de fe con la que observaba los acontecimientos de los cristianos de la Península Arábiga también se sentía en las palabras que confió a la Agencia Fides con motivo del martirio de las cuatro Hermanas Misioneras de la Caridad asesinadas en 4 de marzo de 2016 en Yemen por orden de terroristas que atacaron un hogar de ancianos en la ciudad de Adén ese día, matando a otras 12 personas junto con as religiosas.
En aquella ocasión, el obispo de Ballin invitó ver la masacre ocurrida en Yemen a la luz de la experiencia martirial que acompaña toda la vida de la Iglesia en su peregrinación a través de la historia. «Cuanto más cerca está la Iglesia de Cristo – dijo entonces a Fides el Vicario apostólico de Arabia del norte - más participa en su pasión». La masacre llevada a cabo por un comando armado en la residencia para ancianos y discapacitados dirigido por las hermanas de la Madre Teresa 
Se presentaba ante sus ojos come «un signo de que esta congregación está muy cerca a Jesucristo, porque quien se acerca a Jesucristo se acerca también a su cruz. Ningún cristiano que está lejos de Cristo será nunca tocado por la persecución, pero quien se acerca a Cristo se involucra en su pasión y en su muerte, para así estar también dentro de su gloria y su victoria».


Agenzia Fides
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