Santiago - La Asamblea de la Conferencia Episcopal de Chile se celebró de manera inusual, a través de una videoconferencia, donde los Obispos intercambiaron información sobre los diferentes problemas, desafíos y soluciones sobre la pandemia de Covid 19 que vive el país y el mundo entero. La Asamblea, celebrada la semana pasada, publicó un texto concluyente con el título "No nos salvamos solos".
En su reflexión, los obispos alientan a los católicos y a todos los ciudadanos chilenos a actuar con responsabilidad, siguiendo estrictamente las indicaciones de la autoridad sanitaria en todo momento y lugar, cuidándose unos a otros y especialmente a los más vulnerables.
En este momento, escriben, el Señor nos insta a estar cerca y atentos a los más pobres y menos protegidos ante la pandemia: "personas sin hogar y sin techo, ancianos, inmigrantes, grupos familiares que viven en hacinamiento, sin agua y sin salud. Juntos Por el dolor de aquellos que han perdido en sus familias o que los ven sufrir, también nos preocupan los episodios de violencia dentro de la familia, el miedo y los problemas de salud mental debido a esta crisis", se lee en el texto enviado a Fides.
Los obispos reflexionan sobre la situación social y escolar, que antes de la pandemia se había visto afectada por manifestaciones y huelgas, y también se refería a la incertidumbre sobre el año escolar, la quiebra de las empresas o la quiebra de los proyectos. Con particular preocupación, ven que muchas personas y familias perderán sus fuentes de trabajo, lo que implica angustia y falta de recursos para la subsistencia familiar. "Este drama nos reta a promover la solidaridad activa y a trabajar por un pacto social para reducir el impacto de los despidos y sus consecuencias. Este esfuerzo requiere el esfuerzo de todos, sin excepción", enfatizan.
La Iglesia multiplicará sus esfuerzos para ofrecer una red de acompañamiento, escucha y solidaridad: "En este momento no queremos que nadie se sienta solo, que a nadie le falta una voz llena de esperanza". Además de poner a disposición los lugares y estructuras necesarios, los obispos recuerdan que toda la pastoral social y las instituciones de la Iglesia, a nivel nacional y en cada diócesis, están trabajando en proyectos que permiten una asistencia efectiva a las personas más afectadas por esta situación. .
Además de apreciar las políticas públicas que ayudan a los más necesitados, invitan a "vivir una solidaridad que nos compromete y que exprese firmemente nuestro deber de hermandad, que fluye del Evangelio". Con "infinito agradecimiento" reconocen el generoso compromiso de las autoridades políticas, el personal de salud, los auxiliares, los agentes de seguridad y las fuerzas armadas y del orden, los empresarios, los trabajadores y los voluntarios de los diversos sectores que, con su esfuerzo, han permitido atención a los enfermos y ayuda a toda la población. El mensaje nos recuerda que la dignidad de la persona humana debe estar en el centro de todas las políticas públicas, y que el país espera un diálogo, una actitud de no confrontación por parte de todos los protagonistas y las autoridades.
Antes de concluir, reiteran las disposiciones para las celebraciones religiosas y recuerdan el significado de la resurrección de Cristo y su triunfo sobre la muerte: "Podemos recuperarnos de Covid-19, pero Chile estará sano solo cuando podamos, superar el odio, indiferencia y violencia, reconstruyendo relaciones fraternas en solidaridad y justicia, a las que Jesucristo nos invita ". Finalmente, confiando en la intercesión de la Virgen del Carmen, "salud de los enfermos" y el "consuelo de los afligidos", subrayan que "nuestra esperanza se nutre de la certeza que el Dios con nosotros siempre vence al mal".
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