Santa Cruz – Adaptándose al tiempo que se vive por la pandemia de Covid 19, en la Arquidiócesis de Santa Cruz, la Jornada nacional de la Infancia y Adolescencia Misionera
, celebrada el tercer domingo de Pascua, se ha celebrado bajo el lema: “¡Desde mi casa, como Teresita, también soy misionero!”. Según la información publicada por la Conferencia Episcopal y recibida en la Agencia Fides, de la Catedral de Santa Cruz, el arzobispo Mons. Sergio Gualberti, se ha dirigido este 26 de abril a los jóvenes misioneros subrayando que el lema es muy apropiado debido a las circunstancia que estamos viviendo: aunque no se nos permite salir de casa, sin embargo, esto no puede impedirnos ser misioneros, como dice la santa protectora Teresita del Niño Jesús…Niños y jóvenes sigan su ejemplo y en su hogar hagan pequeñas acciones como obedecer y colaborar a sus papás, cumplir con sus tareas y así contagiar a toda su familia con la alegría de su vida joven entregada al Señor”, ha afirmado el Arzobispo.
Mons. Oscar Aparicio, Arzobispo de Cochabamba, en esta misma circunstancia ha celebrado la Misa retransmitida en las redes sociales, y ha enviado un saludo especial a todos los miembros de la IAM, presentes en varias comunidades de la archidiócesis. Deseando una feliz Pascua, visto que estamos en tiempo pascual, ha exhortado a vivir una buena celebración de la Jornada, como fuente de alegría, para ser, como la Virgen María y los Apóstoles, testigos de la resurrección. Luego ha invitado a los niños a anunciar a Cristo resucitado en sus familias y en toda la arquidiócesis.
Mons. Antonio Reimann, obispo del Vicariato apostólico Ñuflo de Chávez, quien todavía está en el hospital porque contrajo el Covid-19, ha enviado un mensaje a los niños y jóvenes misioneros, felicitándolos por lo que hacen y alentándolos a continuar en oración.
“En este período de pandemia - escribe el Obispo -, en que las puertas de las iglesias están cerradas, los niños de la IAM a menudo son los promotores del saludo, el perdón, la oración y el compartir con alegría en sus familias. De esta manera, la Familia se asimila a una pequeña Iglesia doméstica. Que Dios, a través de su oración inocente y confianza con toda la familia, nos ayude a detener el crecimiento de la pandemia, y puedan regresar renovados a las iglesias parroquiales con todas las familias, y también a la escuela para continuar sus estudios".
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