Roma – Las Hermanas de Don Orione de la Provincia italiana han lanzado un llamamiento para hacer frente a este momento tan difícil, en el que la pandemia de Covid-19 ha golpeado especialmente las regiones y actividades del norte de Italia. En este momento de emergencia, las PSMC continúan llevando a cabo su trabajo de asistencia en todo el mundo, tratando de hacer frente a las nuevas dificultades. En Italia se ocupan de los niños discapacitados del Piccolo Cottolengo, de las discapacitadas de Casa Serena, de las comunidades de menores de Cusano Milanino, Palermo, Castelnuovo Scrivia y de todos los acogidos de las casas de ancianos, así como de las religiosas mayores de la Casa Madre.
“Ha pasado más de un mes y medio - escribe la hermana Gabriella Perazzi, tesorera provincial -, desde que de repente la vida de todos cambió en muchas cosas para peor, espero y creo que lo mejor lo veremos más adelante. Sin embargo, hay algo que se ha mantenido estable: nuestro trabajo de asistencia y cuidado de nuestros discapacitados, ancianos y menores en las muchas realidades que gestionamos junto con el personal laico. En este momento de prueba que intentamos superar lo mejor que podemos, desafortunadamente también hemos tenido que llorar la pérdida de 9 de nuestras hermanas y seguimos sintiendo temor por muchas otras que todavía están luchando con este enemigo invisible”. “Necesitamos - escribe la hermana Gabriella -, ayuda, tanto financiera como para cubrir las necesidades básicas: alimentos, artículos de higiene personal y productos de limpieza, pañales, guantes, medicamentos, artículos médicos, etc. Todo se distribuirá, según sea necesario, en nuestras casas de la provincia italiana".
La Superiora general de las PSMC, la hermana M. Mabel Spagnuolo, tomando como referencia la Carta del Santo Padre a todos los fieles para el mes de mayo de 2020, publicada el 25 de abril, ha invitado a toda la congregación a celebrar un Mes mariano especial, "con el objetivo de encomendar toda la humanidad a María en este tiempo de gran sufrimiento y para pedir a Dios, por su intercesión, la gracia del fin de esta pandemia". "Don Orione - escribe la Superiora General - ha consagrado y encomendado muchas veces su Pequeña Obra y sus hijos e hijas a María Santísima, Inmaculada y Madre de Dios, y él mismo habría aceptado esta invitación del Papa con gran fe, entusiasmo y devoción, involucrando al mayor número de personas”.
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