Sokodé - “También estamos confinados, no hay misas dominicales ni entre semana. Así que no se realiza la colecta el domingo. Hacíamos dos: una para la misión y otra para la iglesia. Durante dos meses no hemos tenido ninguna entrada y debemos seguir viviendo además de mantener los costes fijos", escribe el padre Silvano Galli, sacerdote de la Sociedad para las Misiones Africanas , a la Agencia Fides.
“Aquí en Sokodé todos estamos bajo control desde que la epidemia se extendió desde un Centro Rasta en el pueblo de Kuvon, en las afueras de la ciudad. El Centro, equipado con una serie de casas para recibir visitantes - según la información recopilada -, sería un lugar de iniciación para un gran fetiche kabi originario de Sundina. Es conocido en todas partes, incluso en el extranjero, y es administrado por un Kotokoli, gran maestro del fetiche, Naba Lamoussa Bassirou, quien define su estructura como un centro de espiritualidad”. Recientemente hubo una reunión con personas que vinieron incluso desde los Estados Unidos y Canadá, continúa el misionero. “sacrificaron varias víctimas y luego realizaron un gran banquete. Lamentablemente, los extranjeros tenían el virus y fueron transferidos a Lomé. Se realizó el test a unos 180 participantes del banquete que dieron negativo".
El padre Galli dice que Naba Lamoussa, ha declarado que, aparte de los casos reconocidos, de los cuales solo uno es togolés, toda la comunidad ha sido sometida a controles y ha dado negativo, pero que todos se han puesto en cuarentena y cuentan con un equipo médico para ver cuándo podrá suspenderse la cuarentena. El 'Gran maestro del fetiche' en su declaración ha expresado su esperanza de que 'con la gracia de Dios, que todos imploramos, el coronavirus pasará rápidamente como un mal viento con cero muertes en Sokodé para que todos puedan reanudar sus actividades en la tranquilidad'. Además de las medidas preventivas nacionales en Sokodè, hay un toque de queda nocturno de 20 a 6 de la mañana. “El tema del confinamiento es más complicado - explica el p. Silvano -. Como subsidio, el gobierno prometió una ayuda mensual de 12500 francos a las mujeres y 10500 a los hombres durante los próximos tres meses. Para recibir la contribución, se debe presentar la tarjeta electoral. Algunos han dicho que si están confinados, quizás no morirán de coronavirus pero sí de inanición”.
El misionero concluye diciendo que “la gente aquí vive de su trabajo. Si no va al campo, si no va al mercado, no puede vivir. Pero aquí todos están acostumbrados a luchar y a convivir con la muerte, y a sonreír incluso en las situaciones más trágicas.
Publicar un comentario