Un año después de las elecciones políticas en Israel, el ejecutivo, que en este plazo de tiempo no había podido llegar a un acuerdo dentro del tiempo permitido por la ley, está a punto de salir del callejón sin salida: el 20 de abril de 2020, de hecho, el primer ministro saliente, Benjamin Netanyahu, y su principal opositor político, Benny Gantz, han llegado a un acuerdo para formar un gobierno nacional de emergencia, impulsado por la condición de incertidumbre provocada por la pandemia mundial. En el contexto de esta nueva situación política, el frente del conflicto ha experimentado muchos ataques en los últimos meses de 2019. Especialmente en Gaza, donde la tensión ha vuelto a aumentar: por un lado, los globos y cohetes incendiarios, lanzados por la Franja en el desierto del Negev, en algunos casos han golpeado edificios civiles israelíes; por otro lado, la dura respuesta del estado judío, con sus ataques aéreos.
La situación en Gaza sigue siendo dramática: el embargo naval israelí que ha privado a unos 4.000 pescadores de Gaza de su única fuente de subsistencia y los ha hecho unirse a los desempleados. También en Jerusalén, la tensión aumenta periódicamente. En el centro de la cuestión se encuentra, una vez más, la Explanada de las Mezquitas, que se ha convertido en escenario de incursiones de fundamentalistas vinculados a los movimientos mesiánicos.
A esta difícil situación se agrega la emergencia médica en curso: en el estado hebreo, hasta la fecha, hay más de 15,800 casos confirmados de coronavirus, con 215 muertes. En los territorios palestinos, los contagiados han superado los 500. Y los números parecen destinados a aumentar. En este tiempo de restricciones, el apoyo de los párrocos de la Custodia de Tierra Santa vllega "con una serie de iniciativas que hemos puesto en marcha para seguir cuidando a nuestros feligreses", explica el religioso franciscano. “Este año en Jerusalén - dice el padre Sabbara -, después de la vigilia pascual que tiene lugar el sábado por la mañana en el Santo Sepulcro, hemos encargado a algunos scouts que lleven la luz sagrada a las casas de la Ciudad Vieja. Ha sido una alegría inesperada para muchos fieles que han podido encender una vela con el fuego sagrado". Los frailes que trabajan en la parroquia latina de San Salvatore han establecido un pequeño comité de fieles, en el que cada uno lleva a cabo su propia tarea, como: catequesis en video para los niños de confirmación o citas telemáticas con la juventud franciscana cada dos semanas. "Con la ayuda de nuestro comité de emergencia - subraya el párroco de Jerusalén -, estamos ayudando a muchas familias en dificultades. No es fácil para muchos quedarse en casa, a menudo en espacios inadecuados y en situaciones de incertidumbre económica".
El franciscano conoce bien la situación en la zona: durante la llamada segunda Intifada estuvo presente en el asedio de la Natividad de Belén y participó en las negociaciones para llegar a un acuerdo con los 240 militantes palestinos que se habían refugiado en la basílica para escapar de la captura del ejército israelí. "Lo que esperamos –concluye el padre Amjad– es que finalmente lleguemos a una solución justa que respete la dignidad y la seguridad de los pueblos, israelíes y palestinos".
Publicar un comentario