Montevideo – Este 1 de mayo “nos encuentra en medio de la tormenta global, avizorando un futuro de gran crisis económica y social que exigirá la mayor responsabilidad y generosidad de todos, movimientos sociales y Estado, para que despunte un nuevo día, un nuevo mundo y una nueva humanidad”: lo subraya el saludo a los trabajadores del Presidente del Departamento de Pastoral Social DEPAS-Cáritas, Mons. Pedro Wolcan Olano, Obispo de Tacuarembó – Rivera.
“Las grandes crisis pueden ser grandes oportunidades para el cambio de rumbo que parece hoy urgente. Apostamos a ello”, subraya el obispo con motivo de la fiesta de los trabajadores, que se celebra en el mundo el 1 de mayo, en el texto recibido en la Agencia Fides.
“En apenas una semana, miles de trabajadores quedaron sin trabajo, pidiendo ser acogidos al seguro de desempleo, mientras, los muchos trabajadores informales se vieron aún más desprotegidos”, escribe en el obispo, resaltando que “la respuesta del pueblo no se hizo esperar: no había pasado aún el desconcierto inicial cuando florecieron ‘ollas populares’ y ‘canastas solidarias’ por todo el país, atendiendo las más urgentes necesidades”.
El mensaje alude a una carta “muy conmovedora” que el Papa Francisco envió el Domingo de Pascua a los Movimientos Sociales, en la que les decía: “Si la lucha contra el COVID es una guerra, ustedes son un verdadero ejército invisible que pelea en las más peligrosas trincheras. Un ejército sin más arma que la solidaridad, la esperanza y el sentido de la comunidad que reverdece en estos días en los que nadie se salva solo”.
El Presidente de DEPAS-Caritas agradece de forma especial a “todo el personal sanitario que desde la primera línea arriesga su propia vida por salvar a muchos” y a todos aquellos que realizan servicios esenciales en estos momentos. “No estamos solos. Nos tenemos unos a los otros, ese es también el sentido y el mensaje hondo de celebrar el Día de los Trabajadores” señala en el mensaje. “Pero, los cristianos tenemos además otra certeza que funda nuestra esperanza última y que hoy queremos compartir junto con este saludo: Jesús Resucitó, Él Vive y rema con nosotros”.
"Queridos hermanos y hermanas trabajadores de este querido Uruguay, nuestro saludo en este 2020 partiendo de la dura realidad, quiere ser a la vez que un abrazo solidario en el dolor y las dificultades de los trabajadores y sus familias, un mensaje de mucha esperanza: ¡confiamos en el Señor y en nuestro pueblo!”, concluye el obispo.
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