Kinshasa – “En un momento en que nos preocupa la pandemia de COVID-19, recibimos la triste noticia de los desastres causados por las lluvias torrenciales de los últimos días en las provincias de Kivu del Sur, Tanganyika, Maniema y Haut-Lomami que han causado pérdida de vidas y daños materiales significativos. Esta desgracia se suma al sufrimiento de las poblaciones ya empobrecidas y traumatizadas por las condiciones sociales y de seguridad adversas de estas áreas": así lo escriben los Obispos de la República Democrática del Congo en un mensaje firmado por el Presidente de la Conferencia Episcopal, Su Exc. Mons. Marcel Utembi Tapa, arzobispo de Kisangani, en el que expresan “cercanía espiritual y solidaridad” a los obispos de Uvira, Kalemie-Kirungu, Manono, Kongolo, Kamina y Goma, cuyas diócesis han sido golpeadas por las lluvias torrenciales que cayeron sobre estas regiones del 16 al 19 de abril. Un primer balance de muertos habla de al menos 52 fallecidos, además de daños materiales muy graves a las casas y los cultivos.
"Hacemos un llamamiento a la ayuda del gobierno congoleño y las organizaciones humanitarias, así como a la solidaridad de todas las personas de buena voluntad, por las víctimas de estos desastres", escribe el arzobispo Utembi Tapa. “A través de la intercesión de la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de los Dolores, que el Señor Resucitado cure a los heridos y restaure el coraje y la esperanza a todos aquellos que han perdido sus pertenencias. Que consuele a las familias afligidas y conceda a las víctimas el descanso eterno”, concluye el mensaje.
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