Loreto – Ante la emergencia sanitaria mundial, la Coordinación Nacional de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas solicitó al gobierno peruano directrices precisas y específicas para las comunidades de la selva peruana. Según la nota enviada a Fides, esta es una solicitud de estrategias y acciones apropiadas para salvaguardar la integridad y los derechos de los pueblos indígenas. Entre los 15 miembros de la Coordinación también están las instituciones de la Iglesia Católica, como Caritas, las Comisiones de pastoral social de los Vicariatos Apostólicos y las Comisiones de acción social que colaboran con la Conferencia Episcopal Peruana.
Por lo tanto, no se trata solo de solicitudes de ayuda económica, ya que el país detuvo el comercio de alimentos que llegan a estas áreas de difícil acceso, sino sobre todo en términos de protección, prevención y rescate de la salud, luego de la localización particular de las comunidades en la selva.
Por ejemplo, se pide el control de salud de las personas que llegan a estas comunidades, porque, como dicen los testimonios enviados a Fides por los misioneros que trabajan aquí, pueden llegar comerciantes infectados o delegados del gobierno, que pueden transmitir el virus a una comunidad que no tendrá contactos con la capital hasta después de 15 días. No tener centros de salud para asistir a un paciente de este tipo, podría causar una verdadera tragedia, exterminando a toda la comunidad.
Instintivamente, las comunidades de Manseriche rechazaron los paquetes de alimentos por temor a contraer Covid-19.
Los nativos de las comunidades nativas de Yurapaga y Apaga, en el distrito de Manseriche, en la provincia de Datem del Marañón, Loreto en Perú, han decidido no recibir las parcelas con alimentos básicos, entregados por el municipio del distrito, por temor a que las bolsas de los alimentos contengan el virus Covid-19.
La noticia fue comunicada por el alcalde del distrito, Claudio Wampuch Bitap, quien informó que las familias del área en cuestión, consideradas beneficiarias de las parcelas, siempre se han negado a recibirlas, porque creen que el virus puede estar en los envoltorios de los productos, ya que Los productos son traídos de la costa. Ante el rechazo, se decidió entregar la comida a familias varadas en otras partes del Perú, que no pudieron llegar a sus lugares de origen debido a la cuarentena.
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