“El encuentro diario, personal y comunitario, con la diversidad de minorías étnicas en nuestro país, es ya parte vital del camino sinodal que, sin lugar a dudas, lo hemos venido realizado en cada lugar – se lee en el subsidio recibido en la Agencia Fides -. Extendemos la invitación para que, unidos, demos el paso necesario de crear redes de comunicación entre nosotros, como un medio de apoyo en este camino que nos lleva a comprendernos mejor como Iglesia”.
Se reitera el deseo del Papa Francisco de asumir una actitud de “conversión pastoral en clave misionera y también ecuménica”, de “encaminarnos estructuralmente hacia una Iglesia sinodal”, que sea un “lugar abierto donde todos se sientan en casa y puedan participar”. Por ello, el subsidio recuerda las exhortaciones del documento de Aparecida, del Sínodo de los Obispos sobre la Amazonia y de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina.
También se dan algunas indicaciones prácticas para llevar a cabo asambleas locales con grupos étnicos minoritarios, planteando dos cuestiones fundamentales: el encuentro y la escucha de los grupos étnicos y la presencia de la Iglesia en la historia y la vida actual de cada etnia o grupo particular. Tras la escucha de la Palabra de Dios , en la que el apóstol Pablo invita a superar las divisiones, que crean conflictos y generan violencia en la comunidad, la reflexión que conduce al diálogo subraya la invitación de la Iglesia a “trabajar juntos buscando el bien de nuestras comunidades”, buscando las razones que nos unen, para ser constructores de la unidad y artesanos de la paz.
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