Jerusalén - El Arzobispo Pierbattista Pizzaballa, Administrador Apostólico del Patriarcado latino de Jerusalén, ha dirigido un sentido agradecimiento por ser “el signo concreto y tangible de la divina Providencia” a los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro del Patriarcado, en un mensaje en el que, entre otras cosas, confirma que la deuda vinculada a la construcción de la Universidad Americana de Madaba, que pesaba sobre las arcas patriarcales, ha sido extinguido por completo, eliminando así el 60 por ciento del déficit que pesaba sobre el presupuestos del Patriarcado. “En estos cuatro años de servicio a la diócesis latina de Jerusalén, en el Patriarcado latino” subraya el arzobispo Pizzaballa en su mensaje “he podido constatar personalmente el papel de los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro para esta Iglesia, no solo en el contexto de actividades educativas y pastorales, sino en general para la vida de toda la diócesis”. Además, se recuerda que hace cuatro años, “en un momento especialmente difícil para el Patriarcado”, la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro mostró “solidaridad y cercanía al alentar y también apoyar concretamente los procesos de revisión y control de la vida administrativa de la diócesis, que eran necesarias y urgentes”. Una cercanía que también han renovado de nuevo ante la repentina emergencia que representa la pandemia COVID-19: “Debido a las medidas decididas por los distintos gobiernos para hacer frente a la pandemia - recuerda el Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén -, una gran parte de nuestra población se ha encontrado haciendo frente a un recorte drástico de los salarios y una situación económica general aún más frágil de lo habitual.
Gracias al apoyo del Gran Maestre con el Gran Magisterio, nuestro llamamiento a los Caballeros y Damas tuvo una respuesta que superó con creces nuestras expectativas y que nos dio el respiro necesario para gestionar la emergencia con mayor serenidad. Todos quedamos asombrados y sorprendidos por la respuesta inmediata y por su entidad”.
En Tierra Santa, los efectos colaterales de la pandemia - bloqueo de actividades económicas, pérdida de trabajo, parada de peregrinaciones y turismo, cierre de escuelas y crisis de las redes de asistencia social - han penalizado a los sectores más débiles de la población. Por este motivo, a mediados de mayo , el cardenal Fernando Filoni, Gran Maestre de la Orden Ecuestre de los Caballeros del Santo Sepulcro, anunció la creación de un Fondo ad hoc para la recaudación de subvenciones extraordinarias que se destinarán a las familias más necesitadas de la Tierra de Jesús.
La Orden del Santo Sepulcro apoya el funcionamiento ordinario de 38 escuelas en Palestina, Israel y Jordania, donde 1300 maestros y empleados trabajan al servicio de 15 mil estudiantes, musulmanes y cristianos. De los 30 mil miembros de la Orden, y de los lugartenientes repartidos por los cinco continentes - informa el Cardenal Gran Maestre – nos ha llegado “una respuesta generosa” a la solicitud de financiación del fondo especial de emergencia del Covid para Tierra Santa: de mayo a septiembre se ha recaudado una contribución financiera extra de unos tres millones de euros, que se ha sumado a la ayuda ordinaria proporcionada a la diócesis latina de Jerusalén. La ayuda adicional proporcionada por la Orden del Santo Sepulcro ha permitido garantizar el apoyo económico a más de 2.400 familias en más de 30 parroquias.
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