“El trabajo de estos tres años en los que hemos llevado a cabo el proyecto ha sido laborioso pero constante, los esfuerzos y los resultados se han visto desgraciadamente afectados por acontecimientos extremos de los que Mozambique ha sido víctima”, afirma el responsable del proyecto de Médicos Sin Fronteras con el África Cuamm, Giuseppe Bufardeci. Primero el ciclón Idai en 2019 y luego la pandemia de Covid-19 en 2020”, explica.
Más de tres años junto a instituciones, autoridades locales y asociaciones de la zona para un proyecto cofinanciado por la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo y ejecutado por el Cuamm.
“Dedicaremos la mayor parte de nuestros esfuerzos a mejorar los servicios neonatales, los instrumentos y las infraestructuras, pero también y sobre todo al desarrollo del personal, al refuerzo del sistema de ambulancias, a la formación y a la investigación”, comenta por su parte Giovanni Putoto, director de programación del Cuamm. El médico en pasado ya había destacado el compromiso del Cuamm para tutelar a la población más frágil y más afectada por los efectos indirectos de Covid-19. “Entre tales efectos”, subraya “se prevé un aumento del 60% de la mortalidad materna, del 23% de la desnutrición, del 10 al 20% de la mortalidad por tuberculosis, del 30% de las víctimas de la malaria y del 5 al 10% de las muertes por VIH”.
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