Ciudad del Vaticano - Al final de la audiencia general de hoy, el Santo Padre recordó con estas palabras el martirio de cuatro misioneras: “Hoy es el cuadragésimo aniversario de la muerte de cuatro misioneras norteamericanas asesinadas en El Salvador: las monjas de Maryknoll, Ita Ford y Maura Clarke, la monja ursulina Dorothy Kazel y la voluntaria Jean Donovan. El 2 de diciembre de 1980 fueron secuestradas, violadas y asesinadas por un grupo de paramilitares. Prestaban su servicio a El Salvador en el contexto de la guerra civil. Con empeño evangélico y corriendo grandes riesgos llevaban comida y medicinas a los desplazados y ayudaban a las familias más pobres. Estas mujeres vivieron su fe con gran generosidad. Son un ejemplo para todos para convertirse en fieles discípulos misioneros”.
Antes de llegar a El Salvador, la hermana Ita Ford y la hermana Maura Clarke habían pasado años de misión en Chile y Nicaragua respectivamente, mientras que la hermana Dorothy Kazel había estado trabajando en ese país durante algún tiempo. La Conferencia Episcopal de El Salvador ha puesto en marcha un Año Jubilar de los Mártires para 2020, 40 años después del martirio de San Óscar Arnulfo Romero , recordando que “los mártires dieron su vida y nos acompañan en nuestra peregrinación en la fe. Queremos escuchar su voz y al mismo tiempo queremos hacernos eco de esa voz”.
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