ASIA/IRAK - El patriarca caldeo Sako: el proyecto de crear una “provincia cristiana” en la llanura de Nínive no parece acertado

Bagdad - La solución a los problemas de los cristianos en Irak no pasa por la creación de un “enclave cristiano” con base en la llanura de Nínive, que terminaría convirtiéndose en “el chivo expiatorio” de las luchas entre las distintas facciones sectarias. Así lo ha reiterado el cardenal Louis Raphael Sako, patriarca de Babilonia de los caldeos, en una extensa entrevista con Rudaw TV, emisora del grupo editorial con sede en el Kurdistán iraquí. Los cristianos – ha explicado el Patriarca - representan un componente de la sociedad iraquí “sin milicias”, sin aparatos tribales de protección, y en este tiempo en el que el país está continuamente desgarrado por tensiones y conflictos “no es prudente pedir la autonomía dentro de una provincia. De esa manera nos convertiríamos en el chivo expiatorio entre los contendientes. Ahora es mejor para nosotros vivir juntos con nuestros vecinos. Pedimos a todos que respeten nuestros derechos, que no intenten cambiar el equilibrio en las regiones donde vivimos. Pero si pretendemos pedir una provincia o una zona con un estatus especial para los cristianos, acabaremos pagando un precio más alto”.
El patriarca caldeo Sako ha expresado reiteradamente sus reservas frente a las hipótesis de establecer un espacio “protegido” para los cristianos en la llanura de Nínive .
La provincia de Nínive, históricamente dispersa por pueblos y aldeas de mayoría cristiana, ha estado durante mucho tiempo en el centro de proyectos ideales destinados a crear un área independiente desde un punto de vista político-administrativo, proyectos apoyados por grupos organizados en algunas comunidades de la diáspora caldea y asirio. Esta perspectiva también fue relanzada en la convención nacional promovida en Washington en septiembre de 2016 por la organización sin fines de lucro estadounidense In Defense of Christians .
En la reciente y extensa entrevista con el grupo editorial Rudaw, el Patriarca caldeo ha reiterado que la mayoría de los cristianos que huyeron de la llanura de Nínive en 2014 ante el avance de las milicias del Estado Islámico no están regresando a sus pueblos de origen porque “han perdido la fe en sus vecinos”, que en muchas situaciones locales se han apoderado de sus propiedades y de sus hogares. “No fue solo Daesh quien quemó todas las casas. También hubo otras manos que encendieron el fuego, y en la zona hay milicias de distintos orígenes que imponen aranceles, infunden miedo y amenazan las propiedades de las personas, de una forma u otra”. El cardenal iraquí también se refiere a los procesos que, en la llanura de Nínive, están alterando el equilibrio demográfico anterior, alimentando temores e incertidumbres entre la población. El Patriarca ha reiterado que la condición de violencia y conflicto permanente en la que se encuentra Irak desde 2003 - año de las campañas militares lideradas por Estados Unidos que pusieron fin al régimen de Saddam Hussein -, solo se podrá superar cuando se archiven los sistemas de gestión y división del poder sobre una base étnico-religiosa sectaria, para dar paso a un “estado civil moderno” basado en el principio de ciudadanía, capaz de garantizar iguales derechos y deberes a todos los ciudadanos, independientemente de su afiliación étnica o religiosa.
En la entrevista, el Patriarca también ha hablado del viaje anunciado por el Papa Francisco a Irak, programado del 5 al 8 de marzo de 2021. “El Papa es una persona de paz, y no creo que haya ningún ataque contra él. El gobierno está trabajando para proteger el viaje”, ha asegurado el cardenal Sako, quien también se ha centrado en algunos detalles del programa, confirmando el momento interreligioso espiritual con lecturas de la Biblia y del Corán que verán reunidos en el nombre de Abraham, padre de todos los creyentes, enviando mensajes de paz “para el Líbano, Yemen, Irán y Libia”. Además de las etapas anunciadas de la visita papal a Erbil Mosul y Qaraqosh, el Patriarca caldeo también ha expresado la esperanza de que el Papa pueda ir a Najaf, la ciudad santa del islam chiíta, donde reside el ayatolá Ali al Sistani.