Managua – El mensaje común de los Pastores de la Iglesia para el pueblo de Nicaragua, expresado durante la celebración de la octava de Navidad, quedó muy claro: "vivir juntos el gran desafío de acompañar a la sociedad nicaragüense en el proceso de las elecciones generales para el 2021". Cada Obispo lo formuló de manera personal, como un deseo para esta Navidad y para el nuevo año.
El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, en un video enviado a la Agencia Fides y difundido en las redes sociales, anunció: "Hemos elaborado un programa de trabajo basado en la encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco, para aplicarlo a las diferentes situaciones del país, para vivir este 2021 como un año sin violencia ”.
"No sabemos exactamente cómo será el 2021, pero queremos evitar cualquier tipo de violencia", reiteró el Cardenal. Luego recordó, una vez más, que la Iglesia católica cree que "la solución a la crisis sociopolítica en la que ha caído el país vendrá sólo a través del diálogo".
Por su parte, Monseñor Rolando José Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, durante la celebración de la fiesta de la Sagrada Familia, el domingo 27 de diciembre, insistió en el concepto de que Nicaragua debe afrontar el 2021 como una gran familia: quizás con miembros que piensan diferente, pero siempre con respeto entre ellos, "porque cuando las diferencias se reconocen con respeto se puede desarrollar un progreso real, se puede promover un progreso real y los nicaragüenses tenemos que enfrentar grandes desafíos y dificultades".
"En la familia se enseñan las virtudes domésticas: diálogo, no violencia, paz y justicia. Así en la gran familia nicaragüense podemos vivir con respeto, en paz y lograr educarnos en la libertad, en la distribución equitativa de la riqueza, en el desarrollo humano sostenible, siempre con la ayuda de Dios ”, dijo Mons. Álvarez.
Monseñor José Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua, celebrando la Misa en la iglesia de Sant'Agatha, en Miami , donde se encuentra actualmente, habló de la persecución y violencia que sufrió por Herodes la familia de Nazaret. . “La familia de Nazaret fue amenazada por el gobernador, quien luego hizo matar a los niños de Belén. Jesús nació en una familia normal, con problemas económicos, obligado a huir y emigrar. Aquí podemos ver las similitudes con las familias de los migrantes. ", subrayó el obispo.
"La familia -repitió- debe ser siempre un espacio de cariño, de amor, para poder vivir relaciones de fe, de respeto, para que en el futuro puedan crearse otras familias que acojan a Jesús, portador del amor de Dios. y hacer crecer cristianos maduros, capaces de comprometerse con el otro, porque lo reconoce como su hermano.
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