Loikaw - Hoy 18 de diciembre, en la catedral católica de Loikaw, capital del Estado birmano del Kayah - el estado con mayor porcentaje de cristianos del país-, se celebrará el funeral del obispo Stephen Tjephe, fallecido a los 65 años por una complicación cerebral en el hospital de la ciudad donde había sido ingresado hace varios días.
El obispo nació en agosto de 1955, fue ordenado sacerdote el 28 de marzo de 1984; nombrado obispo auxiliar en 2009 y desde 2014 era obispo de Loikaw. A nivel de Conferencia Episcopal, presidía la Comisión para el Clero. Era un Pastor muy querido, de carácter apacible y siempre dispuesto a escuchar y dialogar. La comunidad diocesana de Loikaw, y toda la Iglesia católica en Myanmar viven un día de duelo, recordando al Obispo y encomendándolo al cuidado y en manos del Padre celestial.
El pasado mes de julio, monseñor Tjephe concedió a la Agencia Fides una de sus últimas entrevistas en su residencia, a pocos pasos de la Catedral. Mientras la nación se estaba enfrentando al difícil paso del proceso de paz entre el gobierno y los estados que integran la Unión Birmana, un problema que aún hoy está en la agenda política, después de las elecciones generales, el obispo dijo a Fides: “La Iglesia católica ha tenido y sigue teniendo un pape l importante en el proceso de paz en Myanmar”, señalando que “en el estado de Kayah el alto el fuego se ha mantenido durante años y sin ningún episodio de violencia”. Tjephe recordó, en esa ocasión, a su predecesor, monseñor Sotero Phamo “un hombre que tuvo un papel fundamental en el proceso de pacificación y que fue el primer obispo de la etnia kayan en la diócesis”.
Esa procedencia era importante: el pequeño estado de Kayah - considerado el bastión cristiano de Myanmar debido a la fuerte presencia de bautizados - sigue siendo una realidad sorprendente desde el punto de vista étnico con una mezcla de idiomas, dialectos, tradiciones en una región donde los 75 % de los habitantes pertenecen a minorías. “En muchos casos sobreviven creencias animistas que forman parte de una tradición centenaria”, explicó Mons. Tjephe, mostrando una habitación de la residencia del obispo llena de artefactos, signo de la diversidad étnica y cultural de la zona, rica en pueblos que han sabido acoger el anuncio del Evangelio con el corazón abierto.
La presencia católica en esta región inició a finales del siglo XIX con la llegada de los primeros misioneros del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras , hasta que el padre Antonio Cazzuloni, en 1893, se instaló en Solyaku, a 30 kilómetros de Loikaw. Hoy en día, los más de 90.000 católicos de Kayah, casi un tercio de los 355.000 habitantes del estado, pueden contar con 41 parroquias en casi 300 pueblos de la diócesis de Loikaw, un centenar de sacerdotes, más de 230 religiosas y más de 220 catequistas.
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