Estambul - El camino hacia la unidad cristiana plena no se ha detenido y ha de continuar con tenacidad, realismo y “plena confianza en la providencia”, precisamente porque no se basa en una “utopía ecuménica” estéril y no expresa ningún “minimalismo teológico”. Representa “la voluntad de Nuestro Señor”. El mensaje del Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, con motivo de la fiesta patronal del apóstol Andrés celebrada ayer 30 de noviembre en la sede patriarcal del Fanar, es un mensaje realista y de confianza sobre el testimonio que los cristianos unidos pueden dar en el tiempo presente. En su discurso, pronunciado al final de la divina liturgia, el Patriarca Ecuménico dirigió palabras de agradecimiento a la delegación vaticana encabezada por el cardenal Kurt Koch , que visitó Estambul para participar en las celebraciones en honor a San Andrés, a pesar de las dificultades para desplazarse debido a la pandemia. El Patriarca destacó que precisamente en 2020 se cumplen cuarenta años del inicio del diálogo teológico oficial entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa, inaugurado en 1980 con el encuentro en Patmos y Rodas, teniendo como propósito declarado desde el principio “el restablecimiento de la plena comunión”, basada “en la unidad de la fe según la experiencia común y la tradición de la Iglesia primitiva”, que “encontrará su plena expresión en la celebración común de la Eucaristía”.
La unidad de los cristianos, -continuó el Patriarca en su discurso-, está llamada también en este tiempo a convertirse en un don fecundo para todo el género humano, ofreciendo solidaridad a todos también de cara a las emergencias sociales y morales que asedian al mundo. Según el Patriarca, la degradación del pluralismo en nihilismo e indiferentismo que amenaza la estabilidad de las sociedades “no puede conducir a la ruptura de la identidad y la dimensión cristiana en la vida eclesial”. No es posible para la Iglesia de Cristo “adaptar los principios divinos morales y antropológicos de las 'opciones alternativas' de la civilización secularizada moderna”.
Según el Patriarca Bartolomé, la propia vida de la Iglesia “es una respuesta indestructible a las cuestiones de la antropología y la moral”. Y las crecientes diferencias en el terreno de la antropología y la moral “dificultan el avance de los diálogos entre cristianos”. Por eso, según el Patriarca, en esta fase histórica “la formulación de una antropología cristiana comúnmente aceptada y el respeto práctico de sus principios serán un apoyo importante para el curso de las relaciones entre nuestras Iglesias”. Al respecto, el Patriarca Bartolomé, en su discurso, confirmó la armonía fraterna que comparte con el Papa Francisco y citó explícitamente la reciente encíclica “Fratelli tutti”: “Apoyemos la iniciativa que promueve la paz y el cambio. Expresemos el mensaje filantrópico de la Iglesia promoviendo la fraternidad y la solidaridad, la justicia social y el respeto de los derechos humanos. Estemos involucrados en el esfuerzo por abordar las causas y consecuencias de la gran crisis contemporánea de refugiados y la inmigración. Estamos impactados por los trágicos episodios de violencia en nombre de Dios y de la religión. Esto revela una vez más el valor del diálogo interreligioso, la paz y la cooperación entre religiones”.
Una delegación de Ucrania, encabezada por el primer ministro Denys Shmyhal, también participó en la liturgia en honor al apóstol Andrés. Al dar la bienvenida a la delegación ucraniana, el patriarca Bartolomé confirmó su intención de visitar Ucrania en 2021, en el 30 aniversario de la independencia del país.
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