Bangui – “Es un baobab que ha caído, porque este hombre era un erudito, un hombre de sabiduría que sabía recoger, que tenía siempre una palabra de unidad en la boca, que tenía respeto y estima por el otro”. El cardenal Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui, rinde así homenaje al imán Omar Kobine Lamaya, presidente del Consejo Superior Islámico de la República Centroafricana, que falleció en Bangui el 28 de noviembre a la edad de 66 años.
Respetado por todos, el imán fue uno de los fundadores de la Plataforma de Confesiones Religiosas de la República Centroafricana , que desde 2012 reúne a iglesias católicas y protestantes, así como a la comunidad musulmana a la que el imán representaba. El PCRC tuvo un destacado papel de mediación durante la guerra civil que sacudió al país en 2013. La organización también recibió el Premio de Derechos Humanos de la ONU en 2015 como reconocimiento a su trabajo por la paz.
“Hemos luchado juntos para preservar la unidad, invitando al respeto y a la estima por el otro”, recuerda el cardenal que definió al difunto imán como “mi hermano mayor”.
Entre las iniciativas promovidas por el imán junto a otros líderes religiosos cabe destacar la promoción de la Alianza Interconfesional por la consecución de la paz en República Centro Africana , un proyecto común financiado por un grupo de ONGs cristianas y musulmanas para apoyar el proceso de paz en el país africano. Esta iniciativa ha logrado importantes hitos para terminar con la guerra civil.
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