Chittagong - “El arzobispo Moses Costa era nuestro amigo y hermano. Era un celoso siervo de Dios. Hizo una valiosa contribución, no solo a las comunidades de Dinajpur y Chittagong, sino a todo Bangladesh”. Se expresa así a Fides monseñor Gervas Rozario, obispo de la diócesis de Rajshahi y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Bangladesh , al recordar al arzobispo Moses Costa, quien estaba a cargo de la archidiócesis metropolitana de Chittagong. Murió el 13 de julio y fue enterrado allí.
El obispo Gervas Rozario agrega: “El arzobispo Moses Costa fue un anunciador y testigo del amor de Dios. Ha llevado a los fieles el abundante amor de Dios. Amaba a los demás sin medida, y no se quedó nada para él. Luchó por la justicia y para establecer la paz. Era un santo en vida. Llevaba su vida de una manera santa. Sufrió santamente y su vida fue como el grano de trigo evangélico, que al morir da fruto”. El obispo asegura que “el mejor homenaje al fallecido arzobispo Costa es llevar adelante sus ideales y su obra de fe en nuestra vida”.
La hermana Renu Maria Palma, religiosa de la Congregación de Nuestra Señora de las Misiones, comparte con la Agencia Fides su experiencia en nombre de los religiosos. Recuerda al arzobispo como un hombre de profunda espiritualidad: “Fue nuestra fuente de aliento. Compartió la obra misionera y, gracias a él, tuvimos mucha motivación para desarrollar nuestra labor evangelizadora. Recordamos su gran entusiasmo por las misiones. Fue querido no solo por los cristianos, sino también por los musulmanes”, indica sor Renu Maria Palma, directora de la escuela secundaria femenina de Santa Scolastica.
El padre Gordon Dias, vicario general de la diócesis de Chittagong, en nombre de los sacerdotes diocesanos, comparte su recuerdo de monseñor Costa y lo define como “un obispo catequista”. “Como bien sabemos, los catequistas promueven y predican el Evangelio. El arzobispo Moses predicó el evangelio en áreas remotas de la archidiócesis de Chittagong. Tenía un profundo respeto por la vida sacerdotal. Salvó y ayudó a sacerdotes en casos de crisis vocacional. También trabajó para aumentar las vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa consagrada en la Iglesia local”, explica a Fides.
El obispo Lawrence Subrato Hawlader, obispo de la diócesis de Barisal, dice que el arzobispo Moses fue su punto de referencia: “Cuando estaba en el seminario, era el rector del instituto. En ese momento quería ser como él y después de ser sacerdote, yo me convertí en rector del seminario y recordé esa fe y humildad que fueron una fuente de inspiración para mí. Ha sido una referencia en el trabajo y la gestión de la vida pastoral. En la administración, no dudó en gastar dinero en las necesidades de los fieles, mientras conducía su vida en un estilo de vida extremadamente sencillo. Como líder y mentor espiritual, enseñó y fue un testigo de Cristo, no solo para los sacerdotes y las religiosas, sino también para muchos jóvenes católicos. Fue presidente de la Comisión Episcopal para jóvenes. Ellos le han recordado con cientos de mensajes de agradecimiento y gratitud hacia él, dejados por los jóvenes en Facebook”, dice monseñor Lawrence.
El católico Michael Rodrick, colaborador del obispo Costa, lo recuerda como un hombre siempre dedicado al desarrollo de las personas de la comunidad: “Era un hombre íntegro, sabía escuchar, era un buen administrador. Lo echaremos mucho de menos”.
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