Fés – “El gobierno ha recompensado la disciplina de la población marroquí que, con paciencia y estoicismo, se ha enfrentado a un largo encierro”, escribe el padre Matteo Revelli, sacerdote de la Sociedad de Misiones Africanas, a la Agencia Fides desde Fez.
“Los lugares de culto, mezquitas, iglesias y templos, poniendo en función todas las precauciones, han podido dar la bienvenida de nuevo a sus fieles, incluidos mis feligreses, que el 99% son estudiantes y trabajadores del África subsahariana que están en Marruecos por razones de estudio o trabajo”, continúa el p. Revelli quien, en Fés, es párroco de San Francisco de Asís desde hace 13 años encargándose de la animación de la parroquia.
“Sin embargo – subraya -, todavía hay mucho miedo y la alerta es alta. El domingo pasado, nuestros voluntarios que habían sido colocados en las entradas de la iglesia para los controles no dejaban entrar sin tomar antes la temperatura y desinfectar las manos 4 veces. Además, en el momento de la distribución de la Comunión, me sorprendió ver que muchos dudaban si ponerse en fila para recibirla”.
“Los malos recuerdos de la epidemia siguen vivos, y muchos dicen: una precaución de más no hace mal”, concluye el misionero.
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