Las redes sociales, por ejemplo, se han vuelto muy importantes en este momento de crisis; Se han convertido en uno de los canales de información más utilizados por jurisdicciones y comunidades religiosas.
Según la nota enviada a Fides por la Conferencia Episcopal colombiana, el padre Cristian Camilo Cárdenas Aguirre, sacerdote de la archidiócesis de Ibagué, "predicar a través de estas plataformas digitales es como navegar en mar abierto, ya que se encuentran todo tipo de personas ".
“En la iglesia siempre es posible predicar, pero es a las mismas personas que conocen el Evangelio, que son piadosas o religiosas, también a las personas que quieren comenzar por ese camino, y ya están acostumbrados a nuestro discurso y nuestro diálogo; Pero cuando te atreves a predicar a través de las redes sociales, si llegas a ateos, católicos, protestantes, musulmanes, etc., quien sea, que esté creyendo o no. Esto es interesante porque uno se da cuenta de que ellos también lo escuchan, es evidente en los comentarios que dejan ”, dice el padre Cristian Cárdenas.
Su trabajo se basa en el Evangelio de San Lucas, capítulo 5, versículo 4, en el que el Señor nos invita a ir por la borda y tirar redes. Esta forma de evangelizar se llevó a cabo durante aproximadamente 4 años cuando todavía era diácono, y cada semana comenzó a publicar una reflexión sobre el Evangelio en un formato de video de 2 minutos.
“Comencé con Facebook, luego YouTube e Instagram. En esta pandemia, las personas tenían más tiempo para estar en las redes sociales y necesitaban más acompañamiento, lo que significaba que la reflexión se realizaba todos los días. Luego ingresé a Tik Tok, una red social que no quería ingresar; Sin embargo, estaba muy motivado por los jóvenes de la pastoral juvenil de la arquidiócesis y hubo un boom ", dice el padre Cárdenas.
“La pandemia nos hizo comprender que las redes sociales tuvieron que ser inundadas con el Evangelio, porque si la Iglesia no lo hace, otras personas lo harán, pero con otros tipos de contenido. En medio de la tragedia, la Iglesia ha podido actualizarse sobre este aspecto, el púlpito del siglo XXI está formado también por las redes sociales y, aunque podemos tener una gran audiencia, pero no mucha recepción, son espacios que ganaremos ".
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