Dushanbe - Con un servicio de distribución de mascarillas y desinfectantes para las manos, Cáritas Tayikistán ha dispuesto un proyecto de ayudas para las personas sin hogar, mientras que está en curso la emergencia sanitaria del Covid-19. Lo hace público una nota enviada a la Agencia Fides, informando que el proyecto de asistencia a los clochards, que ha llegado a su tercera edición, se inició el pasado mes de diciembre en Dushambe, con el apoyo de Caritas Italia y del Ministerio del Interior del país. Los voluntarios católicos ofrecen asesoramiento psicológico, apoyo jurídico, pero también la posibilidad de utilizar duchas, peluquerías y lavandería a los sin techo de la capital.
Como ha señalado el director de Caritas Tayikistán, "el fenómeno de las personas sin hogar es relativamente nuevo y ha aparecido en la sociedad como subproducto de la trayectoria de la economía de mercado emprendida por el país". Según datos no oficiales, en promedio, en la capital es de unas 250 personas sin vivienda estable, mientras que una encuesta realizada en abril de 2020 por el Asian Development Bank puso de manifiesto que en todo el país, que cuenta con 9 millones de habitantes, el 27,4 % de la población vive por debajo del umbral nacional de pobreza. A esta franja de población se dirige la acción de la Iglesia, comprometida paralelamente en otros frentes: se realizan, por ejemplo, actividades destinadas a proporcionar medios de subsistencia a personas con discapacidad, mientras que un proyecto llamado "Supervision for success" permite a los ancianos enseñar artesanías a niños huérfanos. Además, desde hace algunos años, Caritas Tayikistán ha emprendido una importante iniciativa para mejorar el sistema de distribución de agua en el distrito de Jomi, una zona al oeste del país, en la que las condiciones del suministro de agua constituyen una emergencia para la población.
Son intervenciones y proyectos que la Iglesia católica promueve con la intención de desarrollar una fecunda colaboración con las instituciones civiles, contribuir al bien común de la nación, mostrar la auténtica vocación y misión de la Iglesia, pequeña comunidad religiosa en un contexto social del 98% musulmán.
En la actualidad son un centenar de personas, distribuidos entre las dos parroquias de Dushambe y Qurīonteppa, los fieles que forman la comunidad católica de Tayikistán. La presencia católica en el país se registra desde los años 70 del siglo pasado: la mayoría de los primeros fieles procedían de Rusia, Ucrania y Lituania, deportados al país en tiempos de la Unión Soviética. A causa del régimen comunista, durante años las comunidades de Tayikistán estuvieron completamente aisladas de la Iglesia universal. El Papa Juan Pablo II estructuró la presencia católica local, instituyendo la Missio sui iuris, el 29 de septiembre de 1997. En este contexto, las acciones caritativas fueron iniciadas ya en 1983 por pequeños grupos, que se transfirieron oficialmente a Caritas a partir de 2004.
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