El Cairo - Mientras en Turquía el presidente Recep Tayyip Erdogan reabre la antigua basílica bizantina de Santa Sophia para el culto islámico, en Egipto el presidente Abdel Fattah al Sisi promueve proyectos de desarrollo destinados impulsar la afluencia de peregrinos a Monasterio de Santa Catalina, en el sur de la península del Sinaí, considerado uno de los complejos monásticos cristianos más antiguos del mundo.
El domingo 12 de julio, durante una reunión operativa dedicada al lanzamiento de proyectos urbanos y de infraestructura a gran escala, el Jefe de Estado egipcio instó al Primer Ministro Mostafa Madbouly y a otros miembros del gobierno a acelerar el programa de desarrollo ya descrito en torno al ciudad de Santa Catalina, destinados a mejorar y a hacer más accesible el patrimonio histórico y espiritual concentrado en la región sur del Sinaí.
El arzobispo ortodoxo griego Damianos del Monte Sinaí agradeció a las autoridades egipcias esta atención y los recursos invertidos en proyectos que promocionen las peregrinaciones al monasterio de Santa Catalina. El programa, en estudio aún por parte del gobierno egipcio, también prevé la construcción de un aeropuerto que permitiría la organización de peregrinaciones con vuelos directos procedentes principalmente de Grecia y Chipre, garantizando a los turistas peregrinos la posibilidad de llegar al monasterio con total seguridad.
El Monasterio de Santa Catalina, en las laderas del monte Horeb, actualmente alberga a unos veinte monjes ortodoxos griegos sujetos a la autoridad de un arzobispo-abad, y goza de un estado de autocefalia. Está considerado como el monasterio cristiano activo más antiguo que existe y en 2002 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su arquitectura bizantina, su preciosa colección de iconos y su colección de manuscritos antiguos.
En los últimos años, la vida del monasterio ha pasado por tiempos difíciles, con una crisis financiera incluida debido a la suspensión total del flujo turístico que en el pasado atrajo a decenas de miles de peregrinos al antiguo complejo monástico. El cierre temporal del Monasterio a los visitantes, ordenado por las autoridades egipcias a partir de 2013 después de algunos incidentes incluido el secuestro de un monje, había alertado sobre posibles ataques terroristas contra la comunidad religiosa griego ortodoxa.
En marzo de 2014 , los monjes de Santa Catalina fueron acusados por el general retirado Ahmed Ragai Attiya de haber cambiado la toponimia del área, de haber ocultado los llamados 12 arroyos de Moisés , de haber retenido el 20 por ciento de la tierra del sur del Sinaí, de haber izado la bandera griega en el Monasterio en algunas ocasiones especiales y de haber transformado el Monasterio en una zona ocupada de Grecia y la Unión Europea. Siguiendo la estela de estos ataques, algunos medios de comunicación cercanos a los salafistas acusaron al Monasterio de connivencia con los servicios de inteligencia israelíes señalando a los monjes como una amenaza para la seguridad nacional.
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