Mexicali, la capital de Baja California, tiene el tercer mayor número confirmado de casos de Covid-19 en México, mientras que sus principales hospitales están ocupados en más del 80% de su capacidad.
Otras regiones fronterizas de California son muy traficadas, con miles de camiones y trabajadores que pasan por ellas todos los días. Las infecciones en la ciudad de Imperial están en aumento y el número de casos confirmados de coronavirus se ha triplicado durante el mes de mayo. El jefe de bomberos de Mexicali, Rubén Osuna, explicó a la prensa que sus paramédicos a veces tienen que esperar horas para llevar a los pacientes sospechosos de Covid-19 a los hospitales porque las salas de emergencia están abarrotadas. Algunos no pueden iniciar sesión, tres o cuatro pacientes sospechosos de coronavirus mueren todos los días en sus hogares en la ciudad.
"Es sorprendente cómo esta enfermedad nos enseñó que las fronteras no existen", dijo Adolphe Edward, director ejecutivo del Centro Regional de Salud. El personal del hospital incluye a 60 personas que cruzan la frontera desde Mexicali todos los días para ir a trabajar. Alrededor de 1.5 millones de estadounidenses viven en México y más de 250,000 de ellos viven en ciudades del sur de California. Esas áreas fueron las más afectadas por el coronavirus en comparación con cualquier otro lugar en territorio mexicano.
Más de 300 médicos en Tijuana y sus alrededores están infectados, según Yanín Rendón Machuca, jefe del sindicato local de trabajadores de la salud. En el hospital general de la ciudad, solo una cuarta parte del personal permanece en el trabajo. Los conductores de ambulancias en Mexicali a veces esperan horas mientras los trabajadores del hospital hacen espacio en los pasillos para acomodar a más pacientes con Covid-19. Algunas clínicas públicas abarrotadas en la ciudad fronteriza ya no aceptan pacientes.
Precisamente debido al continuo crecimiento de casos en esta área, la Arquidiócesis de Tijuana ha informado que no abrirá las iglesias, que deberían haber sido reabiertas hoy, hasta recibir más instrucciones del Ministerio de Salud. Los católicos, que habían organizado un servicio voluntario para ayudar a los ancianos, no fueron excluidos de las infecciones de Covid 19 a pesar de los protocolos de seguridad preparados al comienzo de la pandemia.
A través de las redes sociales, las personas continúan participando en misas y en varias reuniones de reflexión y oración, pero los sacerdotes siempre han ido a los hospitales para llevar un mensaje de solidaridad y amor cristiano a los enfermos.
En México, la emergencia de salud marca 93,500 casos con más de 10,000 muertes, pero estas cifras oficiales son más bajas que los informes de prensa del país.
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