Ciudad del Vaticano - La diócesis de Doba, en Chad, también ha visto cerrarse escuelas, iglesias, lugares públicos y otros centros de reunión siguiendo las disposiciones emitidas para contener la pandemia de Covid 19. Un papel importante para mantener la fe y las relaciones entre los miembros de la comunidad católica lo desempeña la radio diocesana “La Voix du Paisan” que ofrece transmisiones religiosas, la recitación del rosario y la celebración de la misa. También contribuye a crear conciencia entre la población, especialmente en las zonas rurales, en gran parte analfabetas y marginadas, sobre las medidas de prevención sanitarias.
Los costos de gestión de la emisora para la diócesis son muy altos, especialmente en este período que también tiene que proporcionar el sustento a los trabajadores pastorales y al personal involucrado en el campo educativo y sanitario, y con el cierre de los lugares de culto y la suspensión de las actividades pastorales, los recursos de las parroquias, recibidos únicamente a través de las ofrendas de los fieles, son prácticamente nulos.
Por todo ello, se ha enviado ayuda a la diócesis de Doba, como a muchas otras diócesis en los territorios de misión desde el Fondo de Emergencia establecido por el Papa Francisco en las Obras Misionales Pontificias para apoyar a las iglesias de los países en tierras de misión ante la emergencia Covid-19 .
En Kenia, muchas diócesis se han visto gravemente afectadas por el aislamiento impuesto por las autoridades para detener la pandemia, y han solicitado el apoyo del Fondo de las OMP para responder a las necesidades básicas de las familias y las personas más débiles, así como apoyar a sacerdotes y religiosos que, tras la suspensión de las misas y las actividades pastorales, no tienen ningún medio de sustento.
Nairobi, la capital de Kenia y el principal centro de negocios y comercio para toda la nación, se ha visto particularmente afectada por el aislamiento que ha provocado desempleo y ansiedad por el futuro. La archidiócesis de Nairobi se ha convertido en una fuente de esperanza y un lugar de refugio para muchas personas, prodigándose por los más débiles y las familias en dificultades, extendiendo su acción a los habitantes de los barrios bajos de slums. A pesar de la buena respuesta de los católicos a esta emergencia, todavía hay muchas necesidades por resolver.
También se ha enviado ayuda a la diócesis de Nyahururu para comprar bienes de primera necesidad a las familias necesitadas. La diócesis de Lodwar, que incluye un área con un clima particularmente inhóspito, ya había sufrido los desastres de la inundación que destruyó bienes y se cobró la vida de muchas personas, antes de la llegada del Covid-19. Ahora necesita ayuda para garantizar el funcionamiento de las actividades de la parroquia y de la diócesis, así como para la asistencia a las familias necesitadas.
En la diócesis de Kitale, donde la mayoría de la población está desempleada y vive en estado de pobreza, la ayuda solicitada se utilizará para comprar alimentos que se distribuirán a los niños de familias pobres, para sostener las actividades educativas y catequéticas, para el suministro de agua y la compra de material de higiene. El obispo de Marsabit, una de las diócesis más pobres del país, también necesita comprar alimentos para los catequistas y sus familias, para actividades educativas y para el programa de radio diocesano.
El Fondo OMP también ha enviado ayuda a las diócesis de Kisumu para la compra de alimentos y bienes de primera necesidad para los pobres, para apoyar actividades pastorales y para el seguro médico de los sacerdotes. La Arquidiócesis de Mombasa también utilizará la ayuda para los niños pobres y para el orfanato, así como para sostener a los sacerdotes. La diócesis de Homa Bay tiene dificultades particulares para apoyar a los sacerdotes, las casas de formación y el seminario menor de Rakwaro, así como para garantizar el funcionamiento del centro catequético y ayudar a las comunidades religiosas. El Vicariato Apostólico de Isiolo también utilizará la ayuda del Fondo de Emergencia de las OMP para cubrir los gastos de las instituciones diocesanas y para asegurar el sustento del clero y de los religiosos.
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