Manila - Las Iglesias Cristianas en Filipinas, y entre ellas la Iglesia Católica, están ayudando a 4.5 millones de familias con necesidades básicas desde el 15 de marzo, fecha en que empezó wl "bloqueo" de todas las actividades para detener la propagación del coronavirus. Según la información de Fides el "Foro de organizaciones religiosas de Filipinas" , una red ecuménica extendida en las diócesis e iglesias cristianas, las Iglesias y organizaciones relacionadas con ellas han distribuido asistencia financiera y necesidades básicas hasta ahora por valor de 30 millones de dólares, según los datos recopilados hasta el 18 de junio. Los tres Consejos principales, la Conferencia Episcopal de Filipinas , el Consejo Nacional de Iglesias en Filipinas y el Consejo Filipino de Iglesias Evangélicas , formaron el Foro como un organismo de cooperación mutua.
"Los grupos basados en la fe en varias iglesias siempre han estado cerca de los más desfavorecidos. Durante esta pandemia, las iglesias han combinado esfuerzos y recursos para ayudar a los necesitados", ha declarado a Fides el padre Edwin Gariguez, secretario ejecutivo de la National Secretariat for Social Action de los obispos católicos filipinos. "La crisis de salud causada por el brote de Covid-19 desafía a todos los cristianos e iglesias a encontrar formas de actuar y contribuir para hacer frente a las crisis humanitarias", ha dicho.
Las autoridades eclesiales están alentando a las personas a participar en el voluntariado, en los diversos programas de ayuda y también a explorar formas de recaudar fondos entre las personas y las comunidades. El obispo protestante Noel Pantoja, responsable de los servicios de ayuda y desarrollo de esa Iglesia, ha dicho: "Todas las comunidades cristianas en el país tienen la responsabilidad de responder a las necesidades reales de las personas, a pesar del bloqueo. En estos tiempos difíciles, el trabajo misionero de las Iglesias debe continuar con sacrificio y compromiso".
Minnie Anne Mata-Calub, del NCCP, recuerda que "las organizaciones no gubernamentales, los grupos cristianos y otras asociaciones humanitarias vinculadas al mundo cristiano siempre han ayudado a las personas. A veces, el gobierno no reconoce su contribución, pero su ayuda es innegable para todos los que se han beneficiado de ella. En esta crisis – agrega -, es necesario que las Iglesias y el gobierno trabajen codo a codo por el bien común".
"En esta situación, los recursos deben usarse con cuidado e inteligencia", añade Jing Rey Henderson, responsable de comunicaciones de Caritas Filipinas, señalando que este es el objetivo de una estrecha colaboración entre las Iglesias de diferentes confesiones. "En tiempos de crisis, las personas vulnerables, en particular las comunidades afectadas por desastres y por la pobreza, deben poder recibir el apoyo necesario para el sustento diario, superar el momento difícil, levantarse y volver a recuperar la esperanza".
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