Yangon - Los migrantes y las personas desplazadas en Myanmar y en toda Asia se enfrentan a situaciones cada vez más difíciles: “A menudo viven huyendo, en lugares superpoblados y con una atención sanitaria inadecuada”, ha dicho el cardenal Charles Maung Bo, Arzobispo de Yangon y presidente de la Federación de Conferencias episcopales de Asia . Los conflictos siguen siendo la causa principal de la migración forzada en Asia, ha señalado en un mensaje enviado a la Agencia Fides, agregando que “en la guerra de Myanmar, las tensiones interétnicas, las elecciones políticas provocan el movimiento de miles de personas que ahora están muriendo de hambre en el norte del país, en el estado de Rakhine y en otros estados como Chin”. El cardenal ha lanzado un llamamiento, con la esperanza de que “cualquier conflicto que cause sufrimiento a las personas se resuelva mediante el diálogo y una búsqueda constructiva de la paz”.
Refiriéndose al contexto birmano y a todo el continente, ha continuado explicando: “Se debe dar prioridad a los principios reconocidos del derecho internacional, propios de los países civiles, en lo que respecta a la protección de las personas desplazadas”, recordando que “los migrantes y las personas desplazadas en Asia no deben afrontar discriminaciones causadas por la crisis pandémica de Covid-19”. “Es urgente incluir las necesidades de los refugiados, los solicitantes de asilo y los desplazados internos en todas las políticas de respuesta al Covid-19, desde el socorro hasta la ayuda económica para la supervivencia”, ha afirmado.
“Si la humanidad está dividida, la crisis pandémica no podrá superarse. Si no se excluye a nadie, es posible curar un planeta. Por el bien de todos, cuidemos a los refugiados. Si las personas continúan viéndose obligadas a abandonar sus hogares, seguiremos siendo un mundo en crisis”, ha dicho el Cardenal, reflexionando sobre las causas del fenómeno.
“Para poner fin a la crisis sanitaria, aliviar el hambre y la pobreza provocados por la pandemia y prevenir la erradicación de las personas como refugiados y desplazados internos - ha señalado -, debemos abordar las causas reales de los conflictos, detener las ofensivas militares y permitir que las personas desplazadas regresen a sus pueblos”, ha dicho el cardenal.
Por último, el arzobispo de Yangon ha lanzado una sincera advertencia a los líderes políticos y religiosos de Asia para que “presten una atención especial a la difícil situación de los inmigrantes indocumentados, refugiados y solicitantes de asilo, y los ayuden con todo el apoyo que necesitan”.
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