En el texto de la carta, titulado "Justicia y humanidad", el prelado militar dijo: "Como creyente, no puedo permanecer en silencio y permanecer en la comodidad del silencio cuando, en este momento, y en nuestra amada Argentina, los derechos de muchos continúan siendo gravemente heridos, en particular de los fieles que la Iglesia me ha confiado ".
Con un llamado a "recuperar la verdadera credibilidad en la justicia, sin ideologías, sin partidismo, en el arduo y difícil trabajo de buscar la verdad", Mons. Olivera expresó su preocupación por "la ausencia de humanidad". Como se indica en la carta enviada a Fides, "es inhumano tratar a muchos prisioneros que, más allá de sus situaciones personales, son ancianos, con muchos años de vida,, enfermos y algunos incluso han ido más allá del tiempo de detención preventiva".
El obispo concluye: “Necesitamos urgentemente construir puentes reales, que salvaguarden la restauración de los principios que han protegido los derechos humanos de todos los habitantes del mundo civilizado durante los últimos dos siglos. El fundamento de una república, de un verdadero estado de derecho, no debe ser odio ”.
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