ASIA/TURQUÍA - Canceladas por el Covid-19 en Antioquía las tradicionales celebraciones ecuménicas del 29 de junio en la “Gruta de Pedro”

Antakya – Este año, en la ciudad de Antakya - antigua Antioquía, actualmente en territorio turco - los católicos bautizados, ortodoxos, armenios apostólicos y evangélicos no podrán vivir juntos los intensos momentos de comunión que en los últimos tiempos solían compartir en los días 28 y 29 de junio, con motivo de la memoria litúrgica de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Estas celebraciones compartidas, en los últimos años se habían realizado en la “Gruta de Pedro” , la antigua iglesia rupestre en el monte Silpius, vuelta a abrir en 2015 después de una restauración de muchos años. “Pero en este año 2020”, dice a Fides, el padre capuchino Domenico Bertogli, que lleva a cabo su ministerio pastoral al servicio de la comunidad católica local, “también en Antioquía, estamos viviendo esta pandemia como un mal sueño. Los días 27 y 28 de junio, se ha proclamado un ‘toque de queda’ para todos en Turquía, excepto para los estudiantes, casi 2 millones, que tienen que participar en el examen de admisión a las universidades. Y nosotros no celebraremos la fiesta de San Pedro en la famosa Gruta dedicada a él. Solo habrá una misa en el patio de la iglesia católica por la tarde y una celebración eucarística por la mañana en la iglesia ortodoxa. Yo, con algunos fieles, intentaré ir a la Gruta al menos para realizar un momento de oración”. Las palabras del padre Bertogli, resumen la difícil y tensa situación en la que vive toda la población de la región de Hatay, incluida Antakia: “Además de la pandemia - recuerda el padre Domenico -, sufrimos la situación de la cercana Siria. Un periódico local señala hoy que solo en Hatay, de una población de un millón y medio de habitantes, hay medio millón de refugiados sirios. Estos números son suficientes para hacernos comprender los problemas y emergencias que deben afrontarse. Muchos intentan reiniciar sus actividades, después del bloqueo debido a la pandemia, y a pesar del aumento de contagios en los últimos días. Hay muchas personas que viven solo del trabajo diario, el turismo está completamente a cero, por lo que es fácil imaginar la difícil situación en la que se encuentran muchas familias. Oremos al Señor, con la intercesión de los santos Pedro y Pablo, para que tenga misericordia de todos nosotros”.
La antigua iglesia rupestre de San Pedro aún conserva la fisonomía que le dieron los cruzados, que conquistaron la antigua Antioquía en Orontes en 1098. Pero los bizantinos ya habían transformado en capilla el lugar donde se reunían las primeras personas bautizadas durante los períodos de persecución en la ciudad donde por primera vez los discípulos de Jesús fueron llamados cristianos y donde fue obispo San Pedro, antes de ir a Roma.
La restauración completada en 2015 puso fin al estado de abandono en el que se encontraba la Gruta de Pedro. En los últimos años, los patriarcas y los obispos han estado presentes en las celebraciones que han tenido lugar allí para celebrar la solemnidad de los santos Pedro y Pablo. El año pasado el arzobispo Paul Fitzpatrick Russell, nuncio apostólico en Turquía, y el obispo Paul Bizzeti, vicario apostólico de Anatolia también participaron en las celebraciones ecuménicas locales de los santos Pedro y Pablo.



Agenzia Fides
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