Abidjan- - “Al celebrar hoy 125 años de vuestra presencia misionera en este país, quiero dar gracias a Dios por el notable celo misionero. Queridos padres, mirando vuestras obras en este país y pensando en todo lo que vendrá, a los retos a afrontar, pido a la Virgen María que siga sosteniendo a la Iglesia en Costa de Marfil con su intercesión materna”, ha declarado este domingo 6 de diciembre de 2020 el p. Arthur Kola, secretario del Nuncio Apostólico en Costa de Marfil, Su Exc. Mons. Paolo Borgia, durante la Misa solemne del 125 aniversario de la presencia de la Sociedad de Misiones Africanas, SMA, en Costa de Marfil. La misa ha sido celebrada en la parroquia de Notre Dame des Apôtre d'Abobodoumé, en la diócesis de Yopougon.
“Después de 125 años de presencia en Costa de Marfil, esta es una ocasión para poder mirar hacia atrás y ver como nuestros antepasados sembraron la fe y así volver a comprometernos con ellos para continuar la obra de evangelización”, ha dicho Fr. Narcisse Seka Ogou, Superiora Provincial de SMA en Costa de Marfil, quien ha mencionado los nuevos desafíos para la evangelización incluyendo los “problemas sociales y problemas económicos para la formación de jóvenes sacerdotes”.
El superior provincial de la SMA en Costa de Marfil, por tanto, pretende continuar el camino iniciado hace 125 años en el compromiso con los más necesitados. “La primera evangelización sigue siendo siempre nuestro punto de partida y también estamos particularmente comprometidos con los temas de justicia, paz y protección del medio ambiente”, ha explicado.
El 28 de octubre de 1895, los padres Alexandre Hamard y Émile Bonhomme, los primeros misioneros, llegaron a Grand-Bassam para hacerse cargo de la Prefectura Apostólica de Costa de Marfil, establecida oficialmente 4 meses antes, el 28 de junio de 1895. A petición de la Santa Sede y ante la insistencia del fundador, los padres de SMA reclutaron a los nativos como catequistas y sacerdotes para hacerse cargo del resto de la misión.
En 1934, fue ordenado el padre René Kouassi, el primer sacerdote marfileño. Muchos otros fueron ordenados a su paso, algunos de los cuales, como el cardenal Bernard Yago, se convertirían en obispos. Hoy en día, el clero de Costa de Marfil cuenta con poco más de 1.800 sacerdotes, incluidos muchos misioneros en África y Occidente.
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