León - "Debemos entender del Señor que es necesario tener caridad, que es necesario transformar la mentalidad que teníamos antes, debemos renovar una mentalidad en la que lo más importante no es la economía en sí, sino la economía basada en las personas". Es por eso que hoy renovamos los dones del Espíritu Santo, especialmente en estos momentos en que nos sentimos abrumados, derrotados, hoy el poder del Espíritu viene para poder salir adelante", así Mons. René Sándigo, Obispo de la diócesis de León, Nicaragua, en la fiesta de Pentecostés celebrada ayer en la Catedral de su diócesis.
El Obispo enfatizó que "como sociedad, debemos mejorar y regresar a Dios con sinceridad, madurez, con determinismo, con perseverancia. Estos dones deben enriquecernos y gracias a Dios celebramos este día de Pentecostés para que los frutos emerjan".
La Iglesia en Nicaragua ha guiado a los fieles en estos tiempos muy difíciles. Hace dos días, la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua publicó un mensaje para motivar la celebración de Pentecostés, en el que se lee: "Con el pueblo de Dios miramos con inquietud hacia el futuro incierto que se cierne sobre nuestro país, tanto en el ámbito económico como en el sanitario. La desconfianza de la población hacia el sistema de salud es clara, mejor quedarse en casa. Por otro lado, las personas sufren el aumento excesivo de los precios de los servicios básicos y los precios del combustible, que aumentaron arbitrariamente y deshumanizando ".
Nicaragua es el único país de América Central que no ha declarado una cuarentena oficial. La tensión política entre el gobierno y la oposición ha tomado el lugar de la emergencia de salud, que hasta la fecha ha resultado en 800 casos y 35 muertes, según cifras oficiales.
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