Desde Congo, en Kinshasa hasta Camerún, pasando por Togo y Burundi, las Conferencias Episcopales de estos países se han manifestado para demostrar las fragilidades de los procesos electorales que tienen lugar en todo el continente. Hasta la fecha, los muchos esfuerzos realizados a lo largo del tiempo para alcanzar una política de verdadera democracia han servido de poco. Los obispos desde siempre tratan de alentar a la población a construir procesos electorales basados en los principios fundamentales de justicia, verdad y equidad.
“La esperanza de una África mejor puede realizarse a través de procesos electorales de los que nos podamos fiar, reales y auténticos. Solo así podremos establecer democracias, garantizar la estabilidad y ser portadores del desarrollo auténtico y holístico", escribe a la Agencia Fides, el padre Donald Zagore, de la Sociedad para las Misiones Africanas que trabaja en Togo.
“Esta es una lógica que nuestras conferencias episcopales han identificado claramente pero que no podrán llevar a cabo por si solas. De hecho - subraya Zagore -, para hacer frente a este desafío y lograr el objetivo de unas elecciones verdaderamente democráticas, debe crearse una relación de responsabilidad mutua entre los obispos africanos y los líderes políticos. Lamentablemente, hoy en África, en muchos países, hay relaciones bastante hostiles entre estas dos estructuras y la situación actual todavía anuncia días difíciles en esta larga y peligrosa lucha en la que están involucradas todas las conferencias de los obispos africanos".
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