ÁFRICA/MOZAMBIQUE - Pandemia y violencia en Cabo Delgado: la solidaridad de los obispos de África austral

Maputo – “La violencia, la pérdida de vidas y la realidad de los desplazados en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, nos preocupa profundamente” dicen los miembros de IMBISA en un mensaje de solidaridad a los fieles de la región, conmocionados por la emergencia COVID-19 y en el caso concreto de Cabo Delgado por la violencia de los yihdistas de la “Provincia Centroafricana del Estado Islámico” .
“La gente vive con miedo, no sólo al COVID-19, sino también a la violencia que frecuentemente se ejerce sobre ellos”, dice el mensaje enviado a la Agencia Fides, firmado por Su Exc. Mons. Lucio Andrice Muandula, Obispo de Xai-Xai, Presidente de la IMBISA y publicado al final de la reunión del Comité Permanente de la organización.
“También queremos, siguiendo el buen ejemplo del Papa Francisco, expresar nuestra cercanía y apoyo al obispo Luiz Fernando Lisboa de la diócesis de Pemba, Mozambique, y a la gente de Cabo Delgado. Los invitamos a orar para que los esfuerzos por la paz produzcan los frutos deseados en esa hermosa tierra. Recordando el lema de la visita papal del año pasado a Mozambique, ‘Esperanza, reconciliación y paz’, les pedimos que recen sin cesar para que la paz se haga realidad en la provincia de Cabo Delgado. Ya se ven signos de esperanza en esta dirección, lo que es muy alentador, como atestigua el encuentro del presidente Felipe Nyusi de Mozambique con Mons. Luiz”, explica el mensaje, en referencia al encuentro del 31 de agosto entre el Jefe de Estado mozambiqueño y Su Exc. Mons. Luis Fernando Lisboa, Obispo de Pemba. El encuentro permitió superar una difícil fase de dos semanas de tensión creciente entre la Iglesia y el Estado .
La pandemia ha trastocado la vida social y económica de los países miembros de IMBISA. “La nueva pandemia de COVID-19 ha causado profundos daños espirituales, sociales, psicológicos, económicos y médicos a muchos de nuestros fieles” subrayan los obispos. “Las celebraciones eucarísticas se han cancelado o cuanto menos con muy poca asistencia, se han suspendido las lecciones de catecismo, la participación en los funerales se ha visto limitada y el contacto físico entre los ministros de la Iglesia y los fieles reducido.
Los protocolos sobre COVID-19 han hecho que muchas escuelas, lugares de trabajo y otras estructuras para el desarrollo de las personas hayan permanecido cerradas”. Esto ha afectado la salud mental de muchas personas y ha aumentado la incidencia de muchas formas de violencia doméstica. La interrupción de la actividad económica ha provocado la pérdida de medios de vida, lo que a su vez puede provocar la pérdida de vidas causada por el hambre y otros problemas sociales. Todos los países de IMBISA, que ya están en dificultades económicas, siguen teniendo unas infraestructuras sanitarias frágiles y limitadas”.
El mensaje concluye renovando la invitación a rezar por el fin de la pandemia y pidiendo a los gobiernos que eviten la tentación de la corrupción, brindando la asistencia necesaria a las poblaciones en dificultad.




Agenzia Fides
Etiquetas:

Publicar un comentario

[facebook][blogger][disqus]

Diocesis de Celaya

Forma de Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets