El webinar ha reunido a líderes religiosos locales e internacionales y académicos de las principales religiones. La Iglesia Católica ha estado representada por el Cardenal Ayuso y la Hermana Theresa Seow, religiosa de las Hijas de la Caridad Canossianas, Vicepresidenta de la Comisión para el Diálogo Interreligioso de la Arquidiócesis Católica de Singapur.
El cardenal Ayuso ha señalado que los líderes religiosos han remarcado “la dimensión religiosa de la crisis”: iglesias, mezquitas y templos vacíos son el ejemplo de la “privación espiritual” de la pandemia. Mientras que la solución está representada por la “esperanza, la oración y la solidaridad”.
La esperanza “fortalece la voluntad humana” y “transforma la vida, indicando algo más allá del mundo presente”, inspirando a los creyentes a amar y cuidar de “los que sufren las tragedias de la condición humana”. La oración es “una herramienta poderosa” que disipa todo temor, útil para cultivar “la fraternidad universal, en Dios, para el bien de todos”. La solidaridad puede manifestarse en "iniciativas de fe colaborativas” que incluyen “educación en valores que preservarán el mundo pos-pandémico de una cultura de indiferencia, egoísmo y otros males sociales”.
La hna. Theresa, quien también es Secretaria de la Organización Interreligiosa de Singapur, ha comentado que, en este período de pandemia, “no estamos aislados: aunque en soledad, somos solidarios los unos con los otros”.
“Este es un momento para defender lo sagrado de la vida, un momento para ir más despacio, ser más contemplativos y encontrar tiempo para nuestra comunidad”, explica la religiosa. “El Covid-19 ha aumentado nuestro ser más conscientes de que Dios está entre nosotros. Dios vive en los hogares y las vidas de las personas que nos rodean. En el mundo la dimensión sagrada está inmersa en la secular”, ha continuado la religiosa, añadiendo que “la religión debe ser una fuerza de paz y cohesión social y todas las religiones deben promover un esfuerzo común para la convivencia armónica ”.
La presidenta de Singapur, Halimah Yacob, también ha hablado y se ha dirigió a los participantes, miembros de varias comunidades religiosas, diciendo que, durante este período de incertidumbre, “es natural que la gente obtenga fuerza y consuelo de la fe”. El Presidente ha elogiado los esfuerzos de las comunidades religiosas para generar confianza, unidad y resiliencia llegando a quienes los necesitan, independientemente de su origen étnico, idioma o religión.
La población de la ciudad-estado de Singapur es de 5,7 millones, de los cuales unos 383.000 son católicos .
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