Pasto - La madre de la hermana Gloria Cecilia Narváez, la religiosa colombiana secuestrada durante una misión en Malí el 7 de febrero de 2017, ha fallecido en Pasto. La Sra. Rosita Argoty de Narváez tenía 87 años y en ningún momento perdió la esperanza de poder volver a abrazar a su hija.
Los obispos colombianos han enviado un mensaje de condolencias a la hermana Mylena Rocero, superiora provincial de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, congregación a la que pertenece la religiosa. En el mensaje escriben: “Enviamos nuestros saludos de fraternidad y cercanía a la familia Narváez Argoty y rezamos al Señor de la vida para que conceda a la Sra. Rosita el descanso eterno, y sus seres queridos puedan recibir consuelo y fortaleza en estos momentos de dolor”. Además, reiteran la invitación a la oración para pedir la salud y pronta liberación de la hna. Gloria Cecilia, ofreciendo la Eucaristía por estas intenciones.
La hna. Cecilia Narváez Argoti, religiosa colombiana de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, fue secuestrada mientras cumplía su misión en Karangasso, en el sur de Malí, la tarde del 7 de febrero de 2017. Alrededor de las 21:00 horas, un grupo de hombres armados irrumpió en la parroquia de Karangasso en Koutiala, una zona considerada tranquila y relativamente segura, secuestrando a la religiosa y huyendo con el coche parroquial. El 1 de julio, el grupo Al Qaeda de Mali, a través de la red encriptada Telegram, publicó un video en el que se muestra a la religiosa colombiana y a otros cinco rehenes extranjeros, secuestrados por la red yihadista.
Aproximadamente un año después, en enero de 2018, se publicó otro video en Internet en el que la hermana Gloria, parecía estar en buenas condiciones de salud y se dirigía al Papa Francisco para pedirle que interviniera para su liberación. El video de unos minutos fue grabado durante las vacaciones de Navidad.
El 6 de febrero de 2020, durante los trabajos de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Colombia, tres años después del secuestro, Mons. Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de Istmina-Tadó y miembro de la Comisión de animación misionera, dijo: “No, no nos hemos olvidado de la hna. Gloria Cecilia Narváez, estamos unidos en la oración con confianza en Dios para que el Señor toque el corazón de estas personas y la hermana obtenga la libertad”. .
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